La vida es un eterno navegar, sobre nuestras vivencias, emociones, deseos y sueños; epopeya lírica dionisíaca, odisea en que se pierde el norte, pero con fortaleza, se asegura un “exitoso retorno”.
NAVEGANDO EN TU PLAYA
Viajo a tu playa,
recorriendo silenciosamente,
con la desnudez de mis pies,
tu suave y cálida arena.
Recuesto, suavemente,
mi cuerpo en tu extensa superficie,
contemplando en la embriagante noche,
tus dos grandes luceros,
iluminando el cielo.
Juego con la arena de tu playa,
formando castillos,
caracoles, peces, medusas,
delfines que saltan, ballenas que cantan,
danzantes caballitos de mar y hermosos paisajes,
que rompe el viento con su oleaje.
Me lanzo a tus profundidades,
viajando muy suavemente,
a tus coralinos arrecifes,
hasta alcanzar superficie.
Atrapo las olas, navego en remanso,
y suavemente, muy suavemente,
mi canto de sirena,
se funde en tu mar,
mientras las olas nos hacen soñar.