Las palomas saltonas en tu aposento se posan, buscando el alimento para continuar su vuelo, para luego remontarse a los azules cielos, así pasa sus últimos días, el cuidador lleno de amor, de palomas sin dueño y callejeros perros.
CUIDADOR DE PALOMAS Y CALLEJEROS PERROS
Cuidador por vocación de aquellas palomas,
que habitan tejados, los parques y calles,
se te ve en las mañanas bajando las lomas,
rodeado de palomas, acompañando tu viaje.
Vendiendo confites, galletas y bombones,
aseguras el modesto y vital alimento
que en los palomares arrullaran canciones,
aliviando su cuerpo, asegurando el vuelo.
A veces cansado, y siempre enfermo,
has sobreviviendo cuidando tus palomas,
visitado y cuidado por callejeros perros,
que han hecho de tu ambulante puesto,
en el parque de Bolívar, su mejor alero.