Las Comunidades trabajan con los ritmos y retos que sus líderes les trazan.
La presente es para
elevarles una sugerencia de trabajo en equipo unificado; como estas dos primeras
semanas del mes de abril de 2020 estamos recibiendo, evaluando y retroalimentando
los talleres que están realizando los estudiantes; les propongo que cuando ya
iniciemos las clases virtuales con Éstos, se programe el ingreso virtual como
se hizo para la reunión de profesores, que haya un encargado de sistemas que
invite a las clases a docentes y estudiantes con un horario preestablecido y
agendado a nivel institucional, para que los encuentros virtuales no se encuentren
con otros (las llamadas horas montadas, donde no se sabe a cuál asistir),
y los estudiantes puedan ingresar a ellas sin excusas, que se encontraban en
otra sala virtual; igualmente, que haya chat, para que el
estudiante que presente problemas con el micrófono o no quiera hablar, se
exprese a través de él; que haya forma de proyectar material audiovisual,
y en el caso de los estudiantes con discapacidad auditiva, servicio de interpretación, que se nos capacite
como montar las diapositivas y manejo de forma adecuada del sistema y la clase;
que las sesiones sean dos o tres semanales con delegación de tareas para que
los estudiantes no se estresen y puedan darse un corto receso entre cada
sesión de clase virtual, descansando la vista y planificando el trabajo, frente
a la nueva demanda educativa por la emergencia sanitaria.
De esta manera todos
podremos tener sesiones de clases virtuales; será una forma disciplinada
y organizada del trabajo dicente y docente, se tiene un control del
trabajo en equipo institucional; la evidencia del trabajo en equipo quedará en
una plataforma unificada del trabajo realizado; cada materia quedará bien
salvada y sin excusa por omisión del trabajo interactivo con el estudiantado, atendiendo al uso adecuado de la
herramienta virtual unificada; podrán rendirle un informe puntual y exacto a
Secretaría de Educación de la forma en que cada docente le está llegando a los
estudiantes a nivel pedagógico y metodológico.
Lo anterior impedirá
trabajos aislados e incertidumbre en el equipo de trabajo, porque tendremos
pautas logísticas claras, serias, unificadas, planeadas; los estudiantes sin
sobrecarga de trabajo, perdidos en varias salas y plataformas, sin saber
a cuál asistir o a cuál demanda o exigencia educativa responder -en ocasiones con exceso de trabajo por las exigencias docentes, que
podrían actuar caprichosa o inflexiblemente con una población con altos
porcentajes de discapacidad y ansiosos por la experiencia nueva que están viviendo
y experimentando de hacinamiento y confinamiento en plena niñez y adolescencia, donde su cuerpo
y espíritu vuelan-, tendremos unos
padres bien informados para direccionar el trabajo de sus hijos y organizar su
horario de "Trabajo en Casa", organizando las rutinas, higiene y cuidado personal, colaboración en las tareas del hogar, ejercicio físico, tiempo para el estudio, recreación, lúdica, sana alimentación, ocio, descanso, diversión, privacidad, y el encuentro en familia; componentes básicos para hacer más humanos y alegres estos momentos trascendentales, que marcarán la vida de nuestros niños, niñas y adolescentes.
De otro lado, las
sesiones virtuales aparecerán en el cronograma institucional, que se
socializará semana a semana con todos los miembros de la Comunidad Educativa, como
siempre se ha hecho. Las virtudes y
buenas prácticas no se pueden perder en tiempos de crisis; igualmente, tendremos unos
Administrativos programando reuniones dentro de la jornada de trabajo, sin
alterar la agenda estudiantil de docentes y estudiantes; un trabajo en equipo
unificado; unos Padres, Estudiantes,
Docentes y Comunidad Educativa
satisfecha, porque tendrán un cronograma de trabajo institucional serio,
planificado, unificado, nada estará a la deriva, y menos improvisado;
tener siempre presente que las Comunidades trabajan al ritmo que sus líderes las Administran.