¿Qué estás haciendo para
que ello no ocurra?
Tú también eres protagonista de
la historia de tu nación, de la historia de otras naciones, de tu propia
historia.
¿No crees que sea el momento de hacer algo,
antes de que sea demasiado tarde, frente
a la codicia del fuerte, comparada con la debilidad del más vulnerable?
Recuerda que la historia del poder
y la ambición, se repite; ellos han
marcado las páginas de la historia; siempre
se le ha rendido homenaje, tributo, a
quienes de forma incondicional, han luchado de forma certera e inteligente para
frenar los desmanes del abusivo y
violento verdugo, tratando en todo momento, de salvaguardar la integridad del más frágil, de la doliente y temerosa víctima.
Es el juego del cazador y la
presa en la selva de cemento que ha tejido el humano, es la presa desorientada en el campo
del terrateniente, es el juego de la vida, del que ninguna época ha podido
escapar, ya lo decía Darwin, la lucha del fuerte frente al débil, el pez gordo devora al pequeño, y siempre habrá una excusa para hacerlo.
Los países grandes engordaron su tamaño a
costa de la guerra y saqueo de los más débiles; el rico acumula su riqueza, ignorando el dolor del que le ha robado el pan y crea el filósofo y teoría que
ampare y justifique tal atrocidad, pero siempre nos decimos, nos repetimos que
somos demasiado humanos, cabe la pregunta:
¿Qué es demasiado humano para el
que lo acumula todo, dejando a los demás
sin nada, y nosotros nos hemos acostumbrado a verlo normal, qué horrorosa es la normalidad de la extinción de la humanidad por el codicioso depredador y todos con los brazos cruzados?