miércoles, 30 de noviembre de 2011

Crecer sembrando



Quién crece sembrando, de sus manos la vida siempre seguirá germinando,  sin importar que bajo tierra su cuerpo esté ya descansando.

LAS PLANTAS Y SU ENERGIA

Las plantas son seres vivientes. Y nosotros podemos aprender a amar cada ser viviente, desarrollando en nosotros la capacidad de amar emocionalmente.
Cuando hayan más objetos a los cuales nosotros hemos aprendido a amar, más amplio y perfecto será nuestro Amor.
Pero hay también otra posibilidad del trabajo esotérico con las plantas.
Por ejemplo, cada planta, así como cada ser encarnado, tiene alrededor de su cuerpo una «envoltura» de bioenergía: así llamado «capullo».
 Uno puede entrenarse en percibir los límites de los «capullos» con la mano, puede desarrollar clarividencia, esforzándose por aprender a ver los «capullos».
Y es más fácil ver el «capullo» de una planta desde su propio «capullo», si uno distribuye la conciencia en éste.
No obstante, existen también otras posibilidades muy interesantes. Así, para entrenarse en percibir a sí mismo no como un cuerpo, sino como una conciencia, podemos convertirnos en árboles.
Para esto tienes que acercarte a un árbol, poner la espalda al tronco, sintonizarte con el árbol en el amor emocional y a través de la espalda entrar como una conciencia en el cuerpo del árbol.
Entonces puedes fácilmente experimentar a ti mismo, digamos, como un pino, y mirar al mundo alrededor desde su cuerpo, como si fuera con su mirada. En este caso mi «yo» desaparece.
Es muy importante aprender a desaparecer. Hay otra manera opuesta de algunas escuelas ocultistas y de magia negra: de cultivar su «yo»: «¡Yo soy el amo sobre todo aquí! ¡Yo voy a mandar! ¡Todos tienen que respetarme!...». Al contrario, en escuelas religiosas sanas cultivan la humildad, la percepción humilde de uno mismo. ¡Y esto no es una meta dogmática!
 Esto tiene un significado profundo. Sólo en este momento cada uno de nosotros podrá unirse con Dios, terminando victoriosamente su evolución personal, cuando aprenda a ser «nada», aprenda a desaparecer en Dios: desaparecer para llegar a ser Él.

Uno no puede «irrumpir» en Dios, sino solamente desaparecer en Él. Por eso, la etapa de Nirodhi en el buddhi yoga precede las etapas del Nirvana en Ishvara. En Nirodhi uno aprende a cambiar el estado de su «yo» por el estado de «no yo». Para entrar en Dios, mi «yo» debe «morir».
Hay que recordar bien todo esto desde el inicio del Camino, cuidándose por todos los medios del incremento de la arrogancia, orgullo y del egocentrismo. Si no más tarde será muy dificultoso vencerlo.

Es más, con la ayuda de las plantas, podemos refinarnos a través de sintonizarnos con éstas. Existen especies diferentes dependiendo de su índice de «sutileza-grosería» entre ellas.
 Así, el roble es la especie energéticamente más grosera de todos los árboles de la parte norte europea de Rusia. Mientras que de los pinos, abetos y abedules (precisamente, del abedul blanco) y de algunos álamos podemos aprender mucho.
El que fácilmente entra en estados energéticos groseros y no puede eliminarlos, no puede llamarse una persona espiritual. Mientras que los árboles mencionados anteriormente siempre mantienen su calma y sutileza.
La actividad bioenergética de un árbol depende de la estación. Así, los abedules nos regalan su sutileza más intensamente en la primavera, en el período del movimiento activo de la savia. Es mejor trabajar con el pino en el verano, cuando hace calor, y con el abeto, durante el período frío del año.
Hay también diferencias bioenergéticas entre las plantas de una misma especie.
Así, las plantas que crecen en condiciones desfavorables, por ejemplo, en la espesura del bosque o sobre tierra inadecuadamente humectada son bioenergeticamente más débiles. Mientras que, los árboles que crecen en espacio abierto normalmente son sanos y llenos de energía.

Y en conclusión de esta conferencia, hablemos sobre la ética de las relaciones con las plantas.
Algunos especialistas en bioenergética han empezado a fantasear que algunos árboles nos dan energía, mientras que otros la toman, por eso de los primeros uno debe alimentarse y de los segundos, cuidarse, como de los «vampiros».
Estas fantasías nacen, incluso, debido a la escasez de información que uno puede obtener a través de la varilla de bilocación y el péndulo, a distinción de la posibilidad de entrar en relaciones armónicas de amor emocional con las plantas, uniéndose con éstas con la conciencia.
En realidad no hay plantas que «succionan» la energía de los hombres. Y tampoco nosotros tenemos el derecho ético para usar la energía vital de otros seres vivientes como consumistas.
¡Permítanos enfatizar esto! Este es el punto principal de la ética espiritual. ¡No hay ningún lugar para el consumismo en el camino espiritual! ¡Hay sólo lugar para el amor que regala, para el amor-armonía!
La persona espiritualmente avanzada establece relaciones de amor con las plantas. Vamos a acercarnos a un árbol con amor, sintonicémonos con éste en la armonía de las emociones sutiles, regalémoslo nuestro amor- ternura, y entonces éste responderá con su amor.

Siempre y cuando se encuentren dos seres que dirigen el vector de su amor no hacia sí mismo, sino hacia el otro, solamente entonces llega una armonía verdadera entre una persona y una planta, entre dos personas, entre una persona y Dios.
La guía de Jardín HAPPY FLOWER, ha sido elaborada pensando en las necesidades de nuestros clientes, para que, de una manera clara puedan conocer acerca del cuidado de sus plantas, árboles y jardines, y así hacer uso óptimo de nuestros productos obteniendo los mejores resultados.

EL AGUA ES UN BIEN PRECIOSO.- lo saben bien en las zonas geográficas en las que en épocas de sequía y como cada año, empiezan las restricciones y se las ven difíciles para mantener verde su jardín.
No pensemos que abriendo la llave, el agua sale sin límite. Pues sí, tiene un límite y de nosotros depende que ese límite no llegue nunca. Si todos ponemos un poco de interés de nuestra parte, no tendríamos que lamentarnos después.
Recuerda que en épocas de sequía las plantas y lo humanos necesitamos con urgencia más agua. Es responsabilidad de todos nosotros racionalizar su consumo.
RIEGO.- Aumenta los riegos en esta época, vigila especialmente las plantas de flor y las de hoja grande, son las que más sufren. Hazlo a la primera hora en la mañana o mejor aún en la tarde cuando el sol se ha metido. Evita mojar las hojas, y por supuesto, las flores.
EN MACETAS.-
a) Toca la tierra antes de volver a regar. La capa superior de la tierra debe estar húmeda, pero no mojada o encharcada; No dejes nunca que la capa superior llegue a secarse.
b) vacía el agua lo más lejos posible del tallo hasta que la tierra quede bien mojada. Debes echar agua en abundancia, hasta que salga por los agujeros inferiores del drenaje si tienes un plato sobre la base de la maceta retira el agua sobrante: las raíces de la planta nunca deben permanecer en contacto con el agua.
 De esta forma evitarás la aparición de enfermedades causadas por hongos, que supondría la muerte de la planta.

“PARA  REGAR  MEJOR”
             Es mejor quedarse corto a la hora de regar.  Siempre se puede añadir más agua si notas la planta lacia o que la tierra se seca enseguida;  corregir un exceso de riego resulta mucho más difícil.
             No mojes las plantas al regar, y menos aún si están cerca de una ventana;  sólo lo admiten algunas plantas y es mejor no correr riesgos.  Si quieres limpiar las hojas pasa un trapo húmedo o utiliza un plumero o un pincel,  según el tamaño.
           
             Entre lo que es la primavera  (finales de Marzo) y finales de Verano  (Septiembre)  no dejes nunca secar la tierra del todo.  Si llegara a ocurrir, pica  (con una varita, un lápiz, etc.)  la tierra antes de regar para que el agua llegue a la raíz.
             Nunca dejes las plantas sobre un recipiente con agua.  Una tierra saturada con agua pudre la raíz y la planta muere sin remedio.  Unos veinte minutos después de regar,  retira el exceso de agua del platito.
           
             Deja siempre reposar el agua antes de regar.  Lo ideal es dejarla atemperarse al sol.  Puedes utilizar agua mineral para las plantas acidófilas o calcífugas  (azaleas,  camelias,  hortensias,  magnolias,  etc.).
           
             En invierno las plantas necesitan menos agua;  como hay menos luz y la temperatura es menor aprovechan el momento para interrumpir su crecimiento y reposar.  Espaciar los riegos.
             Evita la evaporación y cubre la tierra con nuestra arena para gato  “clásica”  (de bolsa roja),  riega y la arena absorberá el agua y la planta se mantendrá regada por varios días.
           
            PLANTAS QUE NO PUEDEN FALTAR EN TU JARDÍN
           
            Indudablemente, el árbol es el protagonista de un jardín, no sólo por su envergadura, sino también por las múltiples funciones que realiza.
            Es tan importante que, a la hora de escoger el árbol ideal, conviene que intervenga un profesional experto para realizar una correcta selección de la especie, teniendo en cuenta aspectos como el clima, el tipo de suelo, el espacio disponible, los cuidados que debe tener, etc.
           
            ¿Qué beneficios proporcionan?
            - Facilitan el aislamiento entre distintos espacios: distinguir zonas en un jardín, separar una vivienda de la calle, etc.
           
- Dan sombra.
- Enriquecen el jardín, sobre todo cuando se plantan distintas variedades de árboles, lo que le dará un colorido especial.
- Constituyen verdaderas barreras visuales para tapar o dirigir las vistas, además de formar pantallas aislantes del ruido (siempre que se tenga espacio para plantar varias filas de árboles).
- Pueden proporcionar un valor añadido a una propiedad ya que embellecen el paisaje tanto rural como urbano.
- Al crear setos, protegen del viento. Esto significa que en invierno aíslan del frío.
           
- También retienen la humedad y previenen la erosión.
- Y, por supuesto, mejoran la calidad del aire.
            Un árbol sano
            Hay que ser muy exigentes en el momento de adquirir un árbol, sobre todo en lo referente a la calidad:
           
            - Conviene asegurarse de que representa una estructura fuerte, con las ramas equilibradas y unidas firmemente.
           
- No debe presentar heridas ni desgarros en las ramas, ni en el tronco.
- La corteza deber ser lisa, sin golpes, rasguños ni magulladuras.
- En cuanto al cepellón que forman las raíces, debe ser de una proporción adecuada. Por supuesto, las raíces deben estar vivas y sanas.
            Qué comprar
            Las formas más comunes que vas a encontrar en el mercado son:
            1. A raíz desnuda: los podrás obtener sólo en invierno. Estamos hablando de árboles jóvenes y de hoja caduca como los plátanos, los abedules o los chopos.
           
            2. Con cepellón: están protegidos por distintos materiales. Son árboles de follaje perenne o de grandes dimensiones como los pinos o las encinas.
           
            3. En contenedor: son cada vez más habituales, ya que facilitan el transporte y la plantación de los árboles a lo largo de todo el año. Se comercializan desde árboles jóvenes y de dimensiones corrientes, hasta grandes ejemplares de especies como los olivos, las magnolias o los alcornoques.
            Pequeños consejos
            - Realizando la plantación en otoño o a principios de primavera podrás aprovecharte de las lluvias primaverales, lo que favorecerá su desarrollo.
- El hoyo en el que lo plantes debe ser tan ancho como tres veces la medida del cepellón y de una profundidad igual a la de éste.
           
- El suelo tiene que presentar unas condiciones normales: no debe haber sido compactado mecánicamente, ni se debe encharcar con facilidad, ni aparecer piedras.
           
- Cuando lo plantes, procura que el árbol quede recto. En el caso de que en la zona haga mucho aire, instala un tutor.
- Extiende una capa de acolchado (corteza triturada, hojarasca, etc.), es una gran ayuda para mantener la superficie sin malas hierbas y con humedad.

           
JARDINERÍA, COSECHE BENEFICIOS PARA SU SALUD
Lido Coronado
Cuando el adulto mayor no sabe cómo aprovechar el tiempo libre, suele retraerse en su pasado, lo que generalmente se traduce en potencial proceso depresivo, situación que compromete su salud.
 La jardinería es interesante opción para evitar lo dicho, pues el anciano llega a sembrar amigos y cosechar muchas satisfacciones que elevan su autoestima.
Pese a lo que mucha gente piensa, la vejez no es una enfermedad. Es cierto, con el paso de los años el cuerpo experimenta cambios que son parte del envejecimiento, aparecen arrugas, el cabello se torna gris y el peso varía, además de que hay disminución de ciertas facultades, cansancio, olvidos y más.
Pero en muchos casos los verdaderos problemas de salud se derivan de la falta de actividad, de permanecer prácticamente inmóvil, sin estímulos ni deseos de superación.
Por ello, hay que vivir esta etapa en forma positiva, como algo natural, conviviendo con este proceso de manera saludable y optimista.
 Es ahora cuando las personas mayores pueden encontrar la oportunidad para realizar actividades que se habían postergado por falta de tiempo o por la necesidad de centrar la atención y el esfuerzo en responsabilidades de las que hoy se encuentran liberadas.
Aunque no existen recetas para la eterna juventud, hay aspectos que permitirán continuar con una vida activa, envejeciendo en forma apacible, con menos problemas y siendo todavía productivos a la sociedad.
 Una forma de mantenerse entusiastas en la vida cotidiana, es a través de los quehaceres diarios, como trabajos domésticos (ir de compras, cocinar, limpiar o hacer reparaciones) o al efectuar labores sencillas como la jardinería, que si bien requiere mínimo esfuerzo físico, pondrá en actividad a la mente y mantendrá vigente la destreza de las manos.
En contacto con la naturaleza


De todos es conocido que las plantas influyen favorablemente en el buen funcionamiento y bienestar de las personas.
 Mire usted, una investigación noruega informa que en oficinas sin hojas verdes son más frecuentes los dolores de cabeza entre quienes ahí laboran, debido principalmente a que son la causa de mejor clima interior, lo que motiva a mayor rendimiento, creatividad y alegría, generando menos estrés y ausentismo por enfermedad.
Otro estudio británico describe que hay plantas depuradoras de aire (como la azalea), que absorben y neutralizan los gases dañinos que son frecuentes en las oficinas, como humo de tabaco, aerosoles y artículos de limpieza.
 Por otra parte, un hospital estadounidense comprobó que los pacientes que se recuperaban más rápido eran los que tenían vista hacia los jardines.
Es por ello que podemos pensar en el cultivo de plantas para alentar nuestra propia salud, partiendo de los siguientes conocimientos básicos.
En primer lugar, es importante saber que la botánica es la ciencia que se ocupa del estudio de las plantas, a las que clasifica de acuerdo a sus características.
La jardinería, a su vez, hace clara separación entre las plantas exteriores de las interiores, es decir, las primeras refieren a las que son sembradas en espacios extensos al aire libre y que están directamente expuestas a las condiciones ambientales, como el jardín de casa en donde se siembran flores, vegetales u hortalizas.
En el segundo caso se incluyen, en la mayoría de los casos, las que cumplen intenciones ornamentales (de adorno), que requieren atenciones distintas a las anteriores, pero son igualmente motivo de orgullo.
Quienes se inician en esta disciplina deben saber que hay distintas clases de abono (tierra especial que ayuda al crecimiento de la planta), así como de riego para el terreno seleccionado.
 Es así que como primer paso en esta incursión vale la pena preguntar en el sitio en que se compren semillas, plantas o flores a sembrar sobre las condiciones para su crecimiento, pues es posible que no podamos cumplir con ellas y que los resultados sean frustrantes.
Por otra parte, como seres vivos las plantas pueden padecer enfermedades causadas por plagas, hongos, parásitos, bacterias y virus, por lo cual es muy importante podarlas y aplicarles "medicina", es decir, plaguicidas.
Ahora bien, existen instituciones que brindan cursos sobre jardinería, en los que se incluyen temas como cuidado de plantas, diseño de jardines y se ofrecen ideas para la decoración de interiores y terrazas, así como para la creación de arreglos florales.
Le recomendamos que investigue sobre los que se ajusten más a sus requerimientos, pues será como ir a la escuela y tener la posibilidad de hacer nuevas amistades.
Consejos básicos
Es importante reiterar que al igual que nosotros, flores y plantas son seres vivos que requieren atención y cariño, que también son sensibles a factores como clima o contaminación, y que los descuidos afectarán su salud.
Es por ello que a continuación le ofrecemos sencillos consejos que le serán de utilidad si decide incursionar en esta disciplina:
Dedicación. No adquiera plantas que no pueda cuidar, sobre todo si no cuenta con el tiempo necesario para mantenerlas en buen estado.
 De no ser así, su imagen será lamentable, poco decorativa o, definitivamente, no producirá los frutos o flores que de ella se esperan.
Abono. Al final del invierno o al inicio de la primavera es importante que se agregue abono a las plantas, pues casi todas lo necesitan como estímulo durante su época de crecimiento y floración.
Por otra parte, las tiendas de autoservicio venden productos que colaboran en el desarrollo de planta y flores, como vitaminas o tónicos especiales que incluso acaban con hongos u otros microorganismos dañinos.
Agua. Algunas plantas necesitan grandes cantidades del vital líquido, en tanto que otras, especialmente cactus, el exceso puede pudrir sus raíces. Un síntoma habitual de que a una planta le falta agua es que presenta aspecto lacio, con las hojas lánguidas, además de observar que la tierra está seca.
 Por otra parte, las plantas tropicales en general necesitan elevada humedad ambiental, pero esto mismo puede ser motivo del desarrollo de hongos que afecten su condición; lo indicado es no llegar a los extremos y mantener la tierra simplemente húmeda.
Por último, el agua demasiado fría no es nada saludable para las plantas, por lo que se aconseja que se conserve líquido en un recipiente en una habitación cálida por al menos 24 horas, de forma que adquiera la temperatura ambiente.
Insecticidas. Una de las enfermedades más frecuentes es la colonización por pequeñas moscas blancas, la cual es fácilmente erradicarle con cualquier plaguicida tipo "hogar y plantas". Recuerde que también aquí el exceso de químicos puede ser perjudicial a la planta.
Luz. Cada planta tiene necesidades específicas de luz, siendo que algunas requieren lugares sombríos, pudiendo deteriorarse con el exceso de Sol, mientras que otras necesitan exponerse directamente a él.
Poda. Cortar a sus ramas permite a la planta engrosar y ramificar con mayor vigor, principalmente tras el período de floración. En general, las hojas con aspecto marchito o carcomido deben ser retiradas, pues son muestra de la presencia de algún tipo de enfermedad que puede obstaculizar el nacimiento de hojas nuevas.
Sitio. Busque la planta que mejor se adecue al espacio que quiere adornar, tomando en cuenta las condiciones ambientales que requiere.
Como ha podido ver, la jardinería es importante opción para hacer frente a la inactividad. Es evidente que un estado saludable tanto de cuerpo como de espíritu favorece un envejecimiento apacible.
¿POR QUÉ PRACTICAR UNA AGRICULTURA ECOLÓGICA?
Día a día, nos damos cuenta de la importancia de consumir alimentos frescos, sanos y ecológicos.
Continuas investigaciones subrayan los beneficios de una alimentación sana y equilibrada, con abundancia de verduras y frutas frescas, y advierten de los serios peligros para la salud, a corto y largo plazo, que supone la presencia en los alimentos de restos de plaguicidas y de una infinidad de substancias tóxicas que se añaden en los procesos de producción, transformación o comercialización.
Escándalos como el de las "vacas locas" o el de los pollos con dioxinas son solo la punta del iceberg de una industria agroalimentaria centrada en la obtención de los máximos beneficios al mínimo coste, basada en el uso y el abuso de abonos químicos, herbicidas y plaguicidas que fuerzan a la naturaleza a producir más allá de unos límites que permitirían mantener un mínimo equilibrio biológico y ecológico del entorno.
 A la negra marea de residuos tóxicos, cancerígenos o alteradores hormonales, con desastrosos efectos sobre la salud de los consumidores (y de los agricultores), se le añade una larga lista de plantas modificadas genéticamente con las que se promete aumentar la producción de alimentos (aunque las experiencias de cultivos a gran escala demuestran que no es así), pero de las que se ignoran por completo las posibles repercusiones en cuanto a desequilibrios ecológicos y, más aún, las consecuencias negativas en la salud de los consumidores.
 Todo ello nos lleva a plantearnos la necesidad de consumir alimentos con garantía de producción ecológica, si nos importa nuestra salud, la de nuestros hijos y la del planeta en general.
Podría decirse que consumir productos biológicos o ecológicos resulta caro y no está al alcance de todos los bolsillos, pero hay que tener presenta que la agricultura convencional (química) puede vender alimentos a precios muy competitivos porque, aparte de las posibles subvenciones y de forzar los ciclos productivos, no asume los costos que supone el deterioro medioambiental y los perjuicios que causa, a corto y largo plazo, en la salud de los consumidores y del resto de los seres vivos que comparten el planeta con nosotros.
Valga el ejemplo de una simple y cotidiana lechuga, tan habitual en la mayor parte de las mesas. Su producción con métodos naturales (sin forzar) suele conllevar que permanezca un mínimo de dos o tres meses en la tierra (absorbiendo nutrientes esenciales y realizando la vital fotosíntesis a partir de la radiación solar), mientras que su homóloga de cultivo químico estará en la tienda a los cincuenta días como máximo, después de un desarrollo forzado con nitratos, agua y fitohormonas de aceleración del crecimiento vegetal.
Los desequilibrios ecológicos y biológicos a los que se ven sometidas las pobres lechugas (y el resto de cultivos) se traducen en una gran propensión a padecer toda clase de plagas y enfermedades que son controladas con plaguicidas químicos, parte de los cuales permanecen como residuos en la planta al ser cosechada y consumida.
¿Por qué practicar una jardinería ecológica? 
Estamos sometidos a una estética social según la cual el jardín debe gestionarse con los mismos parámetros de limpieza y orden que una vivienda o el casco urbano de una población.
 Debido a ello, la tierra se llena de plaguicidas y productos de limpieza muy agresivos para el medio ambiente. Las plantas son tratadas como objetos inertes que se distribuyen en fríos esquemas geométricos y se manipulan sin tener en cuenta sus necesidades naturales.
La obsesión por un cierto concepto de orden, limpieza y asepsia crea, en realidad, suciedad y desorden. Condicionada por estos prejuicios, en la práctica de la jardinería convencional:
Se elimina toda la materia orgánica de desecho (hojas secas, restos de poda, césped...), que se quema o va a vertederos, cuando debería reintegrarse en el jardín en forma de acolchados o mantillos una vez compostada.
Se copian o aplican, sin más, modelos estándar de jardín a cualquier clima o situación (césped en zonas secas, plantas tropicales en zonas frías...).
Se eligen las plantas con criterios funcionales o estéticos y se agrupan y ubican sin tener en cuenta sus necesidades naturales ni su adaptabilidad.
Se fumiga con plaguicidas cada vez más potentes y abonos químicos que contaminan nuestro entorno.
Se mantiene la tierra sin cobertura vegetal, recurriendo frecuentemente a tóxicos herbicidas.
Este concepto de jardinería está tan extendido que tendemos a creer que es el único posible. Pero hay otra forma de jardinería más ética y respetuosa con las condiciones que la naturaleza necesita para funcionar sin problemas. Es un tipo de jardinería que:
Intenta comprender y ayudar a la dinámica natural, de forma que nuestros intereses se complementen.
Genera y proporciona la biodiversidad necesaria para alcanzar un equilibrio en el que los problemas propicien las soluciones.
Fomenta la fertilidad en la tierra, a la que considera como algo vivo, manteniendo los ciclos de la materia orgánica, lo que incrementa la fortaleza y la capacidad de supervivencia de las plantas.
Rechaza la utilización de venenos químicos, que acaban en el entorno, el agua potable y las alimentos.
Proporciona al ser humano el contrapunto necesario al exceso de organización y funcionalidad de la vida moderna: el gusto por la estética natural.




Quiere aumentar su inteligencia y preservar su salud mental? ¿Desea vencer el estrés y la ansiedad?

¿Le gustaría tener la receta para levantar su humor y desterrar los momentos de desánimo? ¿Se pregunta cómo puede conseguir un buen sueño nocturno?
Entonces, nutra su mente!
Para los expertos en medicina nutricional, lo que la mayoría de la gente logra intelectual, social y emocionalmente está por debajo de su verdadero potencial, pero una alimentación apropiada puede aumentar su inteligencia, mejorar su estabilidad emocional, reforzar su memoria y mantener joven su mente.

Según estos especialistas, una correcta combinación de nutrientes funciona mejor para las neuronas que los fármacos y carece de sus efectos secundarios, y muchas de las enfermedades mentales que hacen que la gente acuda a las consultas de psiquiatría pueden evitarse, aliviarse o curarse cambiando los hábitos alimenticios y con el apoyo de suplementos nutricionales.

"Sólo tiene un cerebro, cuídelo", señala el psicólogo experimental Patrick Holford, fundador del Instituto para la Nutrición Optima de Estados Unidos y autor del libro Nutrición óptima para la mente, en el cual brinda una serie de claves para pensar, recordar y sentirse mejor.

Según Holford, el modo en que cada uno piensa y siente depende directamente de lo que come, mientras que la mayoría de los problemas psicológicos pueden resolverse o aliviarse ayudando a la terapia psicológica, por medio de una correcta nutrición. El experto dice que hay cinco tipos de nutrientes que mantienen una salud mental de primera.
Datos clave

Equilibra tu glucosa. Para Holford los alimentos ricos en hidratos de carbono de liberación lenta, que el cuerpo transforma en glucosa, son el mejor combustible para el cerebro y el sistema nervioso, porque no forman sustancias tóxicas en el organismo, y liberan su energía de una manera constante y paulatina.

Engrasa tu cerebro. Si se le quita el agua, el cerebro está formado en un 60 por ciento de grasas, algunas de las cuales, como los ácidos omega-3 y omega-6 son esenciales tanto para prevenir dolencias como el Alzheimer o la depresión, y sacar el máximo provecho a la inteligencia. En cambio, el exceso de otras grasas, como el colesterol o las saturadas, es nocivo.

Fosfolpidos, las moléculas de la memoria. Son grasas inteligentes que ayudan a fabricar la mielina que recubre los nervios, favoreciendo que las señales lleguen sin problemas al cerebro, no sólo mejoran el humor, refuerzan la mente y optimizan el rendimiento intelectual, sino que además protegen frente al declive de la retentiva y el mal de Alzheimer.

Aminoácidos para los mensajes cerebrales. Estos compuestos, que son los ladrillos con los que se construyen las proteínas, mejoran la capacidad de comunicación interna del cerebro, y su deficiencia puede ocasionar depresiones, incapacidad de relajarse, mala memoria y falta de concentración. Si las palabras con que se comunican las neuronas y nervios entre sí son unos mensajeros químicos llamados neurotransmisores, las letras con las cuales éstos se forman son los aminoácidos.

Nutrientes que afinan la mente. Igual que en una producción artística donde trabajan numerosos asistentes detrás del escenario para respaldar a los intérpretes, sucede en el cerebro con las vitaminas y minerales, que ayudan a que la glucosa se transforme en energía, los aminoácidos en neurotransmisores, las grasas esenciales en otras más complejas, como el GLA o las prostaglandinas, y la colina y la serina en fosfolípidos. Estos nutrientes contribuyen a construir y reconstruir el cerebro y el sistema nervioso y permiten que todo funcione sin sobresaltos.

La dieta más sana para el intelecto.

Para garantizar un buen aporte de los cinco compuestos que alimentan el sistema nervioso y eliminar aquellos que lo perjudican, tanto para curar el cerebro, mejorarlo o evitarle problemas, el doctor Holford ha establecido diez reglas de oro que deben aplicarse a la dieta cotidiana:

1.- Come alimentos integrales, desde cereales integrales, lentejas, judías y nueces, hasta semillas, frutas y hortalizas frescas, y evita los alimentos refinados, blancos y demasiado cocidos.

2.- Toma cinco o más raciones de fruta y hortalizas cada día, eligiendo las de hoja y raíz, como berro, zanahorias, boniato, brécol, coles de Bruselas, espinacas, judías verdes o pimientos, crudos o ligeramente hervidos. Opta por las frutas frescas como manzanas, peras, bayas, melones o cítricos y come plátanos con moderación. Diluye los zumos frutales y toma fruta seca sólo de modo ocasional, en pequeñas cantidades y remojada.

3.- Toma cuatro o más raciones diarias de cereales completos como arroz, mijo, centeno, avena, trigo, maíz o quinoa, en forma de granos, pan y pasta integrales.
Encuesta
4.- Evita cualquier forma de azúcar y los alimentos que la llevan añadida.

5.- Combina los alimentos de proteínas con los carbohidratos, ingiriendo cereales y frutas con nueces o semillas, y asegúrate de consumir productos de fécula, como patatas, pan, pasta o arroz, junto con pescado, lentejas, judías o tofú (requesón de soja).

6.- Ingiere pescado de especies carnívoras de agua fría. Una ración de arenques, caballa, salmón o atún fresco, dos o tres veces a la semana es una buena fuente de ácidos grasos omega-3, al igual que hay que incluir en la dieta buen fuentes de proteína vegetal, como las lentejas, judías, quinoa, tofu y hortalizas de semilla. Si tomas proteína de origen animal, elige carne de lomo o pescado.

7.- Come huevos, preferiblemente de granja, orgánicos y altos en ácidos grasos omega-3
8.- Come semillas. Las mejores son las de lino, cáñamo, calabaza, girasol y sésamo. Las aprovecharás mejor moliéndolas primero y esparciéndolas sobre cereales, sopas y ensaladas.

9.- Consume aceites de semillas prensados en frío, tanto para aliñar las ensaladas y las verduras.

10.- Minimiza la ingestión de alimentos fritos, productos procesados y grasas saturadas procedentes de la carne y los lácteos.

Alimentos perjudiciales para el intelecto

Citamos ahora algunos tipos de alimentos que no por ser comúnmente ingeridos dejan de ser nocivos para el funcionamiento de nuestro cerebro.

Carbohidratos de alto índice glucémico (dulces, pan, pastas, chocolate y derivados, y, en general, todos los productos ricos en glucosa y/o sacarosa).

El índice glucémico es la velocidad con que un carbohidrato (alimento fuente de energía) se convierte en glucosa en el torrente sanguíneo (la glucosa es el azúcar directamente utilizable por el organismo y el combustible del cerebro). A la glucosa se le da el valor estándar de 100.
La ingestión de glucosa pura produce una elevación brusca de su nivel en sangre, lo cual incita al páncreas a producir una elevada cantidad de insulina para metabolizarla (los diabéticos necesitan inyectarse la insulina para absorber ese azúcar sanguíneo).
 El resultado es que poco tiempo después, dependiendo de la sensibilidad del individuo a la glucosa, el nivel de azúcar en sangre está más bajo de como estaba antes de la comida, con la consiguiente sensación de cansancio, adormecimiento y bajo rendimiento. No olvidemos que si hay poca glucosa en sangre, el cerebro lo nota rápidamente y tiende a aletargarse.
Los alimentos con índice glucémico cercano a 100 tienen este efecto sobre el organismo. Entre ellos tenemos a la sacarosa (el azúcar común de mesa, con la cual se fabrican todos los productos dulces al paladar). Pero no es el azúcar el único malo de la película. Hasta hace unos años era comúnmente creído que la clasificación fundamental de los glúcidos era dividirlos en carbohidratos simples y carbohidratos complejos.

Entre los primeros están la citada sacarosa, la fructosa y la glucosa. Los últimos son los polisacáridos, entre los que se incluyen féculas y almidones. Se decía que estos últimos, puesto que están formados por una gran cantidad de los primeros y tienen que descomponerse en azúcares simples, tenían un paso gradual a la sangre, con lo que no provocaban esa excesiva producción de insulina, nefasta como hemos dicho.
 La realidad es bien distinta. Hay un azúcar simple, la fructosa, que se convierte lentamente en glucosa, y no incita a esa reacción corporal tan perjudicial. Su índice glucémico es alrededor de 20. En cambio, las pastas (macarrones, spaguettis, etc) están compuestas de polisacáridos, pero su índice glucémico ronda el valor de 70, por lo que van a perjudicarnos de la manera en que hemos explicado.

Los carbohidratos de alto índice glucémico tienen aún otro efecto adverso sobre el rendimiento intelectual. Se trata de que todos nuestros procesos cerebrales (cognitivos y emotivos) están dirigidos por unas sustancias llamadas neurotransmisores. El organismo los produce a partir de unos determinados aminoácidos, llamados precursores.
 Los aminoácidos son los componentes de las proteínas, el principio alimenticio encargado, entre otras funciones, de aportar la materia prima para construir y regenerar el organismo. Son alimentos ricos en proteínas la leche, los huevos, la carne y el pescado.
Los productos vegetales también aportan proteínas (algunos en cantidades considerables, como la soja), pero estas proteínas son incompletas porque son deficitarias en alguno de los aminoácidos esenciales, los cuales tienen que estar presentes todos a la vez en el momento de la absorción para que el cuerpo vuelva a ensamblarlos, junto con los no esenciales, que pueden no estar presentes en la comida, para formar tejido proteico, células, etc.
 Es decir, todas las proteínas vegetales tienen una cantidad muy pequeña de alguno o algunos de los aminoácidos esenciales, con lo cual no hay prácticamente síntesis proteica.
 La opción para los vegetarianos consiste en mezclar un alimento al que le falte un determinado aminoácido con otro que sea una buena fuente suya, y que el primero, a su vez, supla las deficiencias del segundo. Se trata de una tarea difícil, y que requiere estar bien informado de la composición de cada tipo de proteína vegetal . De lo contrario, pueden aparecer problemas de salud y, por supuesto, bajo rendimiento intelectual.

Paradójicamente, el triptófano, aminoácido precursor del neurotransmisor encargado del sueño y de la estabilidad emocional (serotonina), no atraviesa la barrera sangre/cerebro al ingerir proteínas, aunque esté contenido en éstas, porque siempre llegan antes los aminoácidos precursores de los neurotransmisores activadores (tirosina y fenilalanina) y los aminoácidos neutros.
Esto impide que el triptófano acceda al cerebro y que se eleven significativamente nuestros niveles de serotonina. El triptófano llega al cerebro cuando se ingiere un alimento con una cantidad prácticamente nula de proteínas y rico en carbohidratos de alto índice glucémico.
Así, cuando comemos dulces, patatas, pan o pastas, si no tomamos una cierta cantidad de proteínas, el aletargamiento será doble: por un lado, el producido por la bajada de la glucosa sanguína y, por otro, el provocado por el acceso del triptófano al cerebro, ahora no dificultado por los otros aminoácidos, que va a elevarnos significativamente nuestro nivel de serotonina, la cual nos va a incitar a dormir, y no a jugar al ajedrez.

Debemos indicar que el índice glucémico de un carbohidrato se reduce al acompañarlo de otro alimento, puesto que se retarda la absorción. Es difícil calcular el índice de una comida compleja, pero lo dicho anteriormente vale como esquema a seguir.
Me van a permitir hacer un comentario curioso. Los famosos productos light, a los que se les quita casi todo su contenido en grasa, pueden engordar más que su origen no desgrasado, ya que el índice glucémico se eleva al eliminar la grasa. Se produce más insulina y, por tanto, más almacenamiento en el tejido adiposo.
No olvidemos que la grasa se almacena por la acción de la insulina. No es la grasa la que engorda, sino la insulina producida por los carbohidratos ingeridos. Eso explica que nuestra sociedad esté cada día más mentalizada en un bajo consumo de grasa y, sin embargo, haya cada vez más obesidad.

Exceso de grasas en la dieta.

Los alimentos ricos en grasa son los que más tiempo tardan en pasar del estómago al intestino, donde son absorbidos. Requieren de una digestión lenta, por lo que se envía una gran cantidad de sangre a la zona abdominal, para facilitar la tarea. Por tanto, va a llegar menos sangre al cerebro. Al estar peor irrigado, su funcionamiento no va a ser óptimo. Igual que en el apartado anterior, en lugar de jugar al ajedrez, tendremos ganas de echarnos la siesta.

Una dieta baja en proteínas

Los médicos llevan décadas diciéndonos que un exceso de proteínas es perjudicial porque satura los riñones. Se ha venido recomendando una ingestión de aproximadamente un 15-20% de proteínas del total de calorías, incluso en deportistas.
No vamos a tratar aquí, porque no es el lugar apropiado para hacerlo, cuál debería ser el reparto del total de calorías entre proteínas, carbohidratos y grasas. Se trata de un tema muy debatido en nutrición, aparte de que no me gusta hacer afirmaciones dogmáticas sobre ningún tema, porque cada individuo es distinto, y lo que funciona para uno, puede no servir para otro.
Me limito a señalar que las tendencias actuales recomiendan un reparto de un 40% para los carbohidratos, un 30% para las proteínas, y un 30% para las grasas.
 Entre los dietistas que defienden esta postura está Barry Sears, quien describe en sus obras cómo de esta forma puede regularse la secreción de insulina y de glucagón (su hormona antagónica: si la insulina se encarga de llevar la glucosa hacia los depósitos corporales, ya sea en forma de glucógeno, ya sea en forma de grasa cuando los depósitos están llenos, el glucagón, por su parte, se encarga de liberar glucosa en sangre cuando se necesita) de manera que tengamos una buena salud, un perfecto rendimiento físico e intelectual, y evitemos la obesidad y el exceso de insulina, causas de los males del hombre moderno.





PLANTAS BENEFICAS PARA EL HOGAR 
A veces vivimos tantos años ignorando las propiedades energéticas que brindan al hogar y lo importante que son para nuestro hábitat. Son sensibles al entorno ya que poseen una capacidad perceptiva extraordinaria, pueden comunicarse con los humanos, reaccionan negativamente ante los malos tratos y agradecen poniéndose hermosas, ante una actitud agradable y el cuidado amoroso.
Si tienes la dicha de tener un jardín, piensa que tipo de energías quieres trasmitir a tu entorno. Si deseas que el padrón de tu casa genere pasión, actividad y movimiento, convierte tu jardín en una sinfonía de color, fragancia y estímulos visuales.
Sé atrevida aporta a tu jardín pinceladas de color y planta flores llamativas, combina los rojos y naranjas intensos con los amarillos luminosos. Por el contrario si lo que deseas es un modelo espiritual y sereno crea en tu jardín un ambiente meditativo, planta espliego, delicadas campanillas, frágiles rosas y flores de tonalidades suaves. Verás que lo que proyectas será el padrón de energía para tu entorno y tus visitas.

ATENCIÓN:
Si tu jardín se encuentra contaminado de hormigas, gusanos, yuyos excesivos, parásitos que atacan a los plantas o árboles frutales que se secan, lo que conviene es plantar enredaderas como la hiedra o la enamorada del muro, pues tiene la capacidad de reciclar y trasmutar la energía. Es aconsejable decorar el jardín con piedras especialmente si hay pozos de agua.
Otra manera de neutralizar la negatividad es colocando en la tierra carbón vegetal con monedas, esto ayuda a que las plantas crezcan sanas y el ámbito quede libre de malas vibraciones.
También se puede poner azufre en polvo o sal marina sobre una teja o placa de hierro con dirección al sur y al oeste del jardín.
Si hay árboles muertos, secos o enfermos se les hace una toma a tierra de la siguiente manera: se toma un hilo de cobre grueso y se enrosca alrededor del tronco dándole tres vueltas, luego se baja el hilo al suelo y se lo entierra dejando cierta distancia entre el tronco y la raíz.
Ahora voy a detallar las plantas que por sus altas vibraciones positivas y benéficas se aconsejan cultivar en el hogar, ya que por su caudal energético son sumamente importantes para equilibrar un ambiente y hacerlo sano y positivo.

ARTEMISA
Es una de las plantas más poderosas y mágicas del reino vegetal; es muy efectiva para alejar las desdichas y atraer la buena suerte.
 Posee una gran fuerza transmutadora que neutraliza la negatividad y ayuda a alcanzar la felicidad. Con sus hojas puede hacerse un amuleto personal, para alejar a las vibraciones bajas. Si quieres tranquilizar a un bebé, colgar sobre su cuna un ramito por las noches.

DAMIANA
Es ideal para alejar el mal humor y los pensamientos negativos. Atrae la buena vibración. Sirve también para aquellos que desean encontrar una pareja. Es afrodisíaca.

DOLAR
Obviamente es la planta de la riqueza y del bienestar material. Trae beneficios económicos para la casa donde está plantada. Debe tener buena luz y tierra abonada.

HELECHO
Es ideal para aquellos que han sufrido algún desengaño amoroso. Combate la soledad y ahuyenta la mala suerte en el amor. Atenúa la tristeza, cura la melancolía. Protege de las vibraciones negativas. Brinda consuelo. Fortalece a las personas enfermas. Es conveniente plantarlo en un sitio húmedo y con poca luz. Debe tenerse (macho y hembra).

JAZMÍN
Es la planta de la luna y de los misterios de la noche. Se relaciona con el amor, aumenta la sensualidad y la pasión. Es efectiva para las personas que tienen temor para relacionarse con el sexo opuesto.

LAVANDA
Es una planta que se utiliza para sanar el hogar. Armoniza la energía espiritual y promueve el equilibrio. Es ideal para personas que sufren desaliento.

MAGNOLIA
Es sumamente benéfica. Desde la antigüedad se la viene utilizando en problemas afectivos. es adecuada para armonizar los afectos.

MONEDITA
Es otra planta relacionada con la riqueza. Atrae el dinero al hogar. Promueve el bienestar material y económico. Antes de plantarlas deben enterrarse en el lugar (o en el fondo de la maceta) algunas monedas. No tiene que estar expuesta al sol ni al viento.

PALO DE AGUA
Es originario de África. Se puede tener en una maceta. Si se lo transplanta a la tierra, llega a convertirse en árbol. Atrae la buena fortuna y la onda positiva. Es ideal para colocar en una casa nueva o cuando uno acaba de mudarse. También es bueno tenerla en una oficina o local, especialmente si recién se ha inaugurado el comercio.

ROMERO

Es la planta para formar pareja. Ideal para atraer grandes amores. Para potenciar sus propiedades mágicas, colocar bolsitas de romero entre las prendas íntimas. Si ya tienes pareja y quieres asegurarte felicidad perfuma las sábanas con agua de romero. Es preferible que esta planta no esté expuesta al sol.

RUDA
Aleja las vibraciones negativas y contrarresta la mala suerte. Tiene propiedades mágicas para alejar los males del hogar y las influencias negativas. Puede tenerse en el jardín o en el interior de la casa debe evitarse el exceso de agua. Se debe tener en pareja (macho y hembra) pero alejadas entre sí para que no se anulen.

TRÉBOL DE CUATRO HOJAS
Es símbolo universal y tradicional de la buena suerte. Puede plantarse o cultivarse en un recipiente con agua. También se lleva como amuleto personal. Para ello cortar dos hojas, dejarlas secar entre dos papeles blancos absorbentes. Luego, guardarlas en una bolsita de raso. Llevarla siempre en el bolsillo o cerca del corazón.

VERBENA
Posee múltiples propiedades. Despierta fascinación y fomenta el estudio y la actividad intelectual. Es bueno tenerla en el hogar para evitar malas influencias de personas negativas. Es ideal para colocar en una bolsita roja y ubicarla detrás de la puerta de entrada.

PARA TENER EN CUENTA:
No debe tenerse plantas que tienen espinas como los cactus y clavel del aire (atraen la negatividad). Por otro lado la hortensia es la planta de la soledad y está relacionada con la soltería y la viudez.
 El potus: no hay que tener más de tres en la casa y siempre deben estar ubicados cerca de la puerta o ventana porque actúa como un vampiro que absorbe todo lo positivo y lo negativo. Por eso no hay que tener en exceso porque puede crear un importante desequilibrio energético.
Autora: Beatriz Yaconis
http://foro.univision.com/t5/Brujeria/PLANTAS-DE-LA-BUENA-SUERTE-Feng-Shui-Foro-de-Brujitas/td-p/112678042