jueves, 25 de diciembre de 2014

¿Dónde estabas?

¿Dónde estabas cuando el viento soplaba
en las tardes frescas de primavera,
en las mañas heladas de invierno,
en los tiempos de bonanza
y en aquellos en que el fruto escaseaba?

¿En dónde andabas,
cuando los huevos del nido
ya emplumaban y el implacable frío
agitaba los pichones aferrados  a las ramas;
¿en dónde andabas que no escuchabas sus primeros trinos?

¿En dónde te habías escondido,
que ya no escuchabas
sus tiernas vocecillas cuando te llamaban,
que ya no veías sus inquietas miradas, buscándote
impacientemente en cada crepúsculo, en cada alborada.

¿En dónde estabas? ¿en dónde te refugiaste, 
que el imperdonable tiempo cuando regresaste
no te devolvió lo que aquí dejaste?
Tus gorrioncillos volaron y volaron, dejando una pluma en su nido.
Todo terminó aquel día en que silenciosamente te marchaste.