viernes, 26 de septiembre de 2014

El conocimiento a partir de la racionalidad como una forma de enriquecer las visión de la realidad


“No se trata de hacer una suma de la ecología y la sociología (un metarelato); tampoco de encontrar el sentido en el fundamento proporcionado por un sistema cerrado, o en una teoría general de cualquier naturaleza, sino más bien, de encontrar en el razonamiento constructor la condición básica de las posibilidades de autodeterminación de los individuos y de los conglomerados sociales en su esfuerzo por construir el futuro. Hugo Zemelman (1992).


"Participamos de la voluntad de transformación de la sociedad y del hombre mismo, comprometido en la decisión de pensar en su futuro, rompiendo los bloques históricos y gnoceológicos que le impiden vislumbrar algo nuevo fuera de lo que define como inexorable.” Hugo Zemelman (1992).


1. ¿Para qué construimos el conocimiento a partir de la racionalidad como una forma de enriquecer las visión
2. Conclusión
3. Bibliografía
4. Anexos

  1. ¿Para qué construimos el conocimiento a partir de la racionalidad como una forma de enriquecer las visiones del mundo? Zemelman H. (1992).
Los cambios y procesos históricos plantean el problema de  quiebre entre los límites formales de la realidad para rescatar el carácter no acabado del conocimiento y el proceso de su transformación de la conciencia social.

 La compleja tarea anterior, exige la  articulación de los  diferentes objetos posibles a construirse; pudiendo elaborarse en función de diferentes recortes parametrales, replanteando la objetividad que se ha dado como realidad y aquella de la que no escapa el campo de  la investigación.

Para abordar esta importante tarea,  resulta útil  establecer una relación de conocimiento,  que permita configurar un recorte,  en el cual se puedan identificarse las diferentes posibilidades y opciones de construcción de los objetos teóricos.

La cosmovisión que se obtiene de estos  universos, objetos y construcciones o parcelas de conocimiento, permiten la delimitación problemática,  en la que se pueden distinguir diversos  objetos posibles de teorización.

Se requiere igualmente,  para esta compleja tarea,  elaborar una  construcción, entre poder y libertad, entre verdad y lucha, entre hecho y esperanza, tras una incesante búsqueda en la que subyace de forma furtiva lo establecido.

Lo que  se pretende con esta búsqueda, es encontrar lo que se oculta profundamente en el orden manifiesto de la realidad;  ello se logra sistémicamente, superando los obstáculos de  las  referencias conceptuales y culturales interiorizadas, liberando  de toda atadura a las formas,  lo   acabado e inacabado,  guardando prudentemente el  distanciamiento creativo y apropiador;  guardando el beneficio de la duda,   manteniendo todo el tiempo una alerta y cuestionamiento conceptual  de la realidad.

Este panorama así planteado,   coloca al sujeto social,  al sujeto investigativo,  abierto a la discusión epistemológica, con un espíritu encaminado a superar el mundo de la inercia, de las verdades acabadas y preestablecidas, propuestas por  las estructuras oficiales políticas y culturales, las cuales  impiden discernir  aquello que se ha internalizado como verdad en la profunda conciencia del colectivo social.

En este sentido,  la historia del hombre  se encuentra  demarcada por  los grandes  esfuerzos  que realiza el sujeto cognoscente para liberarse de estas trabas del pensamiento y de la imaginación, entre las que cabe destacar, la ciencia y el arte,  como expresiones  genuinas de un espíritu humano  crítico, creativo y transformador.

La apropiación de la realidad se corresponde con una ampliación de la subjetividad, pues la relación que se establece con aquélla,  no consiste estrictamente en formular proposiciones en las que se contengan afirmaciones de propiedad que deban ser constatadas, sino en vislumbrar las que sean posibles,   y lo que  con ellas se puede hacer.

 Se busca  un hombre cuestionante, que no se quede en un punto, en una recta,  sino en la imagen que conforman dichos elementos y todas las posibilidades que le brindan dichas formas,  para recrear y transformar su realidad.

Si la realidad es una síntesis de los triunfos y fracasos de los hombres, su desafío estriba en pensar la racionalidad desde el hombre y no desde un modelo de hombre; hacerlo desde sus sombras, contradicciones, temores, creatividad, engaños y certezas, para no falsear la razón a partir de una pura e ingenua imagen de lo humano, sino más bien apostar a ella,  desde las flaquezas humanas, pero también desde sus sueños, desafiando sus temores y limitaciones. ¿Cuántas limitaciones son reales, y cuántas debemos pagar por vivir en una sociedad alienante que dimensiona al hombre, lo mide, evalúa y programa con el simbolismo del tricolor, el  número, la letra, la fila y el cuadro?

En cuanto a las visiones de la realidad y lo respecta al hacer (valórico y opcional), se puede afirmar,  que ambos cumplen una función en la relación de apropiación, aunque ponderada de manera diferente. El hacer o producir de los modelos teóricos o conceptuales,  tiene un papel de carácter altamente  gnoseológico, planteando problemas de orden conceptual que deben ser remitidos al plano de la acción,  una vez que se hayan podido abordar.

Constituye un imperativo gnoseológico y volitivo para construir lo inédito. Ello supone no aceptar quedarse dentro de la estabilidad guarnecida por los límites; por el contrario, se plantea la obligación de embestirla en la búsqueda de una utopía, representada en la lucha por una conciencia protagónica, y así poder avanzar para enriquecer la apropi- acción de la realidad, aprobada como horizonte que desafía el nuevo objeto a la voluntad consciente.

Superar la diferencia entre existencia y significado, entre hecho y saber, transformando la subjetividad en un nuevo horizonte de realidad posible de convertirse en contenido de nuevas experiencias, significa el rescate del sujeto como forjador de rumbos,  en el marco definido por lo necesario que contiene una diversidad de sentidos,  en tanto opciones posibles de realidades.

Es en el sujeto  nosológico, ontológico, desde  lo interno y externo,  que el individuo realiza las grandes transformaciones,  en contraste con la ideología, que identifica a la realidad con una opción subjetiva, en la misma medida en que la subjetividad del sujeto se hace realidad.

 La apropiación de la realidad se corresponde con una ampliación de la subjetividad, ésta,  comienza a tener cada vez mayor resonancia intelectual y ética, va emergiendo paulatinamente en el lenguaje para articular contenidos teóricos con horizontes históricos y sus opciones de construcción.

Dejarse inundar por lo desconocido,  como aquello que rodea y que, a pesar de ser difuso, exige corporeizarse, newtoreizarse,  eaistenreizarse, hasta poder contemplar tanto,  hacia adentro de lo que se  impone,  como hacia fuera; poder irrumpir hacia lo no pensado;  ello, supone un cierto poder desestructurante que ponga en movimiento toda la vida del sujeto, en forma de poder abandonar, por un mundo deseable que incita a aventurarse al acecho por lo incierto, a todo lo que es concebido como desafío;  incursionando en un nuevo mundo,  el de la sinrazón,  para llegar a la razón;  y una vez alcanzado,  falseado para llegar a una transformación,  abriendo  las puertas a las  rupturas de los modelos que tienden a tiranizar el espíritu humano,  una vez impuestos y convalidados.

La liberación de toda atadura a las formas,  es congruente con la exigencia por lo inacabado;  significa enfatizar el rescate de la energía interna de los objetos para llegar a dar cuenta de una realidad desplegada y de otra que se repliega; de una que es manifiesta,  y de otra que se hace presente en virtud de su misma ausencia.

2. Conclusión
Para un uso de la teoría que sea históricamente adecuado, se debe distinguir entre el pensar teórico, que alude a la formación de las categorías de análisis, más que a la formulación de enunciados de contenido sobre la realidad,  y el pensar constitutivo del razonamiento teórico, que  expresa el esfuerzo para aprehender el cambio de la realidad en todas sus formas y en todas sus escalas de temporalidad y de espacio.

Las exigencias cognitivas que plantea el sujeto cuando se le concibe como producente,  obligan a articular dimensiones desde la perspectiva temporal del momento y de la secuencia, lo cual quiere decir,  que se tiene que destacar la dimensión del movimiento interno,  por encima de las condiciones externas, aunque ambas dimensiones estén articuladas (necesidades y  posibilidades de viabilidad).

La subjetividad es un campo problemático que conjuga las dimensiones micro, dimensiones y mecanismos para asumir el plano de la realidad, y el producto de sus realidades inclusivas,  requiriendo para ello,  un espíritu crítico y libre.

La función de la crítica es contribuir a la apertura del razonamiento,  mediante la construcción de la relación de conocimiento en que se genera la apropiación gnoseológica de la realidad.

La construcción de conocimiento problematiza el conocimiento acumulado de saberes y disciplinas,  al posibilitar su apertura hacia nuevas realidades, partiendo de la misma  realidad, apoyándose  en las premisas de la objetividad que obliga a traspasar el contenido de las organizaciones conceptuales establecidas.

La coyuntura socioeconómica, cultural y política, plantea el desafío metodológico que permite un proceso de  construcción conceptual articulado a las complejas e ilimitadas posibilidades del dinamismo  estructurador y desestructurador, cuestionante de sus prácticas, ideologismos y apegos políticosociales, procurando con dichas cosmovisiones y praxis, dinamizar cambios de paradigmas y concepciones del mundo y  sus obsoletos modelos;  para lograr tan encomiable tarea, al sujeto cognoscente y ontológico,  le debe asistir el beneficio de la  duda y una lucha permanente contra la enajenación social.

De lo que se trata es de explicitar los desafíos epistemológicos de la acción y de la función política del conocimiento cuando se busca encontrar respuestas a ellos.
Entre lo que el sujeto es y  el entorno que le rodea, existe  un abismo, o bien un puente; situación que se expresa en la necesidad de colocar al sujeto frente a lo conocido,  como desconociéndolo, por lo mismo,  la vigilia no es la realidad,  sino un distanciamiento creativo y apropiador de la misma.

Con el lenguaje y la investigación se abre una salida a esta paradoja desesperanzadora, permitiendo discernir,  cómo en tales quiebres se encuentra presente una necesidad de realidad, ya que el problema de base,  es si la cultura constituye un límite que envuelve, manipula y absorbe,  y cómo salir bien salvados,  estando inmersos en ella,  siendo producto de la misma.

Sustraerse de las configuraciones tradicionales,  conduce indefectiblemente   a la descomposición de los objetos;  la historia de los rompimientos parametrales, sea en la ciencia, en el arte u otras manifestaciones, esconde el secreto de la capacidad misma para poder imponerse sobre la inercia, representando  una conciencia protagónica que se plantea como reto a todo ciudadano de la comunidad internacional y de forma especial a todo investigador social.    

1.    Bibliografía
            Zemelman  (1992).  Los Horizontes de la Razón. Barcelona: Anthopos. 


Hugo Zemelman nació en Concepción, República de Chile en 1931. Cursó las licenciaturas en sociología rural y derecho y un postgrado en Sociología. 

Después del golpe militar del 73 llega a México en donde labora en instituciones como El Colegio de México, la Universidad Nacional Autónoma de México y la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales. Su preocupación por los asuntos educativos data desde los años iniciales de su carrera, pero sobre todo en 1973 cuando obtiene una beca de la UNESCO para escribir un texto sobre metodología para alumnos de estudios superiores, dicha beca es cancelada posteriormente por el Gobierno de Chile por razones extrañas, como él mismo lo dice. 

Sus publicaciones abarcan problemas agrarios, movimientos sociales, asuntos de los regímenes militares chilenos, cultura política, el Estado y, sobre todo, metodología y epistemología.

 Estas últimas se plasman a partir de la edición de Historia y política del conocimiento; discusiones acerca de las posibilidades heurísticas de la dialéctica (UNAM, 1983), después de este texto vendrá la publicación de numerosos libros y artículos relacionados con temas de teoría del conocimiento y metodología. Actualmente se desempeña como investigador de El Colegio de México.

Fallece Hugo Zemelman ex-director de Depto. de Sociología

                                     

               Hugo Zemelman junto al decano Marcelo Arnold de la Fac. de Ciencias Sociales de la U. de Chile

Hugo Zemelman junto al decano Marcelo Arnold de la Fac. de Ciencias Sociales de la U. de Chile

Hugo Hernán Zemelman Merino nació en Concepción el 7 de octubre de 1931. Fue Director del Departamento de Sociología de la Universidad de Chile entre junio de 1967 y septiembre de 1970. Después del golpe militar se radicará en México, donde fallece el 3 de octubre de 2013, en la ciudad de Pátzcuaro, estado de Michoacán, pocos días antes de cumplir 82 años.

En 1949 entró a estudiar Licenciatura en Derecho en la Universidad de Concepción, donde egresó en 1953. Luego realizaría su Magister en Sociología en FLACSO, entre 1958 y 1961. Posteriormente se trasladaría a la Universidad de Wageninge (Holanda), donde estudió entre 1966 y 1967 sociología rural.

Entró a la Universidad de Chile en 1961, como Coordinador de Investigaciones del Centro de Planificación (hoy inexistente). En 1963 ingresó a la entonces Escuela de Sociología de la Universidad de Chile (hoy Departamento) dictando la asignatura de sociología rural. Este mismo curso lo daba en la Facultad de Medicina Veterinaria (entre 1965 y 1969). Volvió a FACSO como profesor invitado en 1993.

Sin lugar a dudas es uno de los sociólogos más importantes de América Latina. Su actividad académica posterior a 1980 se volcó a la epistemología de las ciencias sociales, influyendo desde entonces a muchos investigadores de habla hispana. Uno de sus primeros artículos en esa línea fue "Método y teoría del conocimiento: un debate" publicado en 1987 por la Revista Mexicana de Sociología y los libros "Conocimiento y sujetos sociales: contribución al estudio del presente" (1987) y "Uso crítico de la teoría: en torno a las funciones analíticas de la totalidad" (1987).

 En la revista de epistemología Cinta de Moebio se han escrito artículos sobre Zemelman, como por ejemplo "Del tema al objeto de investigación en la propuesta epistemológica de Hugo Zemelman" por Larry Andrade de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral (Santa Cruz, Argentina).

Hacia el año 2004, Zemelman creó el Instituto "Pensamiento y Cultura en América Latina" (IPECAL), que desarrolla investigación e imparte postgrados en el área de pensamiento latinoamericano, donde trabajó hasta sus últimos días.

Como parte de la época en que vivimos, todavía se puede ver en el sitio web de IPECAL una transmisión de video del velorio de Hugo Zemelman, tal vez como una manera de permitirnos acompañar al gran pensador latinoamericano junto a sus colegas y seres queridos.

Página de Hugo Zemelman: http://www.hugozemelman.info
Videos de Hugo Zemelman: http://www.youtube.com/user/cerezoeditores




Citas Destacadas


‎”Quien no se atreva, no va a poder construir conocimiento; quien busque mantenerse en su identidad, en su sosiego y en su quietud, construirá discursos ideológicos, pero no conocimiento; armará discursos que lo reafirmen en sus prejuicios y estereotipos, en lo rutinario, y en lo que cree verdadero, sin cuestionarlo” Hugo Zemelman.

“Toda mi vida, y he tenido una larga existencia, siempre he tenido la impresión de que las jóvenes generaciones si se aplicaban al estudio y obtenían buenos niveles de educación, les aguardaba una larga carrera. Las nuevas generaciones comenzaban donde habían terminado las anteriores. Se daba por sentado. Es la primera vez en que la generación más joven tiene las mejores expectativas (buena educación, idiomas) y ningún futuro. La juventud está cerca de acabar en la cuneta, corre el riesgo de ser redundante” Zygmunt Bauman.

“La educación es el punto en el que decidimos si amamos al mundo lo bastante como para asumir una responsabilidad por él y así salvarlo de la ruina que, de no ser por los nuevos y los jóvenes, sería inevitable. También mediante la educación decidimos si amamos a nuestros hijos lo bastante como para no arrojarlos de nuestro mundo y librarlos a sus propios recursos, ni quitarles de las manos la oportunidad de emprender algo nuevo, algo que nosotros no imaginamos, lo bastante como para prepararlos con tiempo para la tarea de renovar un mundo común” Hannah Arendt.

“Uno se embarca hacia tierras lejanas, indaga la naturaleza, ansía el conocimiento de los hombres, inventa seres de ficción, busca a Dios. Después se comprende que el fantasma que se perseguía era Uno- Mismo”. Ernesto Sabato. En: Hombres y Engranajes – Primer párrafo de la Justificación.

“La palabra clave es *comenzar*. Lo peor que le puede pasar a cualquier gran precursor del pensamiento humano es que sus ideas caigan en manos de discípulos y fieles que toman el pensamiento vivo, inquieto y siempre cambiante del maestro e intentan esculpirlo en granito imperecedero, de modo que no se pierda ni modifique una palabra. Las palabras podrán permanecer, pero el espíritu pronto se perderá”. John Holt, 1970.