domingo, 26 de octubre de 2014

Tiempo para renovarse

"Ninguna criatura humana es comprendida por criatura humana alguna. Todo lo más, por costumbre, paciencia, interés, amistad, se aceptan o se toleran." Taine, Hipólito.


 Tiempo para renovarse

Fue un tiempo para repensarse, para abrir espacios de recreación,  donde el teatro robó sonrisas. En la Francisco Luis,   transcurrió una semana de esparcimiento, de autoreconocimiento consigo mismo y con el Otro;  para vivir y compartir en la semana de la Convivencia su genuino significado,  música  que brota como manantial caliente para regocijarse en el encuentro con el compañero, con el amigo, con el improvisado viajero de la  niñez y la juventud.
Generosidad incondicional para trascender  la tiza,  el pizarrón, el escritorio, la baldosa, el pasillo, la cancha, el teatro,  el adobe, cruzando  las fronteras que demarcan un discurso académico, un informe,  una clase, la tela de un uniforme.

Semana sin sermones ni cantinela;  espacio para sentarse en el suelo, para vivir la experiencia de un sueño, para ser parte de la Francisco Luis, sin etiquetas, formalismos ni emblemas,  simplemente, seres  humanos haciéndose  protagonistas de su propia historia. 

El primer momento, !ese primer Maestro¡

Quien puede borrar de su discurso,
 su escuela, sus maestros, 
si en aquel lugar se trazó su sendero,
si allí transcurrieron sus mejores momentos,
si allí las letras tomaron forma,  al lado de su Maestro.

Quien por mucho que quiera,
 podrá borrar estos hermosos recuerdos,
el descanso, sus amigos, los exámenes, 
el salón, los gritos,  y luego el silencio; 
el lápiz, el borrador, el morral,
las calificaciones, sus rutinas, su escritorio, 
y sobre todo,  su primer cuaderno.

Definitivamente somos escuela, somos la parte
del que acompañó nuestros  pasos por la escuela,  
en su primer momento,
¡Nuestro Primer Maestro!