“No se es
escritor por haber elegido decir ciertas cosas,
sino por la
forma en que se digan”. Jean-Paul/Sartre”.
Reflexión acerca la función de la argumentación en el texto
académico
Desde
el punto de vista del búho, del murciélago, del bohemio y del
ladrón,
el crepúsculo es la hora del desayuno.
La
lluvia es una maldición para el turista y una buena noticia para
el
campesino.
Desde
el punto de vista del nativo, el pintoresco es el turista.
Desde
el punto de vista de los indios de las islas del mar Caribe,
Cristóbal
Colón, con su sombrero de plumas y su capa de terciopelo
rojo, era un papagayo de
dimensiones jamás vistas. Eduardo Galeano
Tabla de contenido
1. Las
diferentes líneas de argumentación en un texto
2. La
función del argumento en un texto académico
3. Conclusión
4. Bibliografía
5.
Anexos
1.
Las
diferentes líneas de argumentación en un texto
El
proceso de selección y organización de la información para la producción de un discurso
científico se produce en cuatro niveles retóricos al mismo tiempo: en el nivel
de los objetivos pragmáticos globales (“nivel A”), funciones retóricas
generales (“nivel B”), el de las funciones retóricas específicas (“nivel C”) y
el de las técnicas retóricas específicas (“nivel D”).
Entre
las líneas de argumentación están: los textos académicos, los cuales son de carácter expositivos, frecuentemente textos polémicos en los cuales,
la persona que escribe opone su opinión
a la opinión de otras personas.
El texto académico es un texto que está
organizado de tal manera que la atención de quien lee se concentre
principalmente en las tesis de quien escribe, dejando más bien en la sombra las
antítesis o las tesis alternativas. La argumentación en este tipo de textos
puede ser, de causa, de finalidad, de efecto o consecuencia, la estrategia del
contraste, entre tesis y antítesis.
Los
estudios centrados en la argumentación como operación persuasiva presentan como
recursos prototípicos de la argumentación, entre otros, los siguientes: la
causalidad, la ejemplificación, la analogía, la definición, el contraste, la
metáfora, o la cita de autoridad, veamos rápidamente cada una de ellos:
Causalidad:
El
concepto de causalidad implica sin duda alguna, un cierto nivel de abstracción
que lo hace de difícil comprensión en algunos casos. A modo de simplificar la
cuestión, se puede decir que la causalidad es el fenómeno mediante el cual, se relacionan causas con efectos. En otras
palabras, la causalidad es la conexión que existe entre las razones o las
causas de ciertos fenómenos o procesos y los resultados o efectos de los
mismos. La noción de causalidad implica así una permanente relación entre un evento
anterior y su continuación, además de formarse así un círculo infinito de
conexión entre sucesos y eventos que se generan unos a otros.
Ejemplificación:
El
término ejemplificar proviene de la palabra en latín exemplum, que significa
ejemplo. Ejemplificar es demostrar, comprobar, ilustrar o autorizar algo
mediante ejemplos. Algunos sinónimos de ejemplificar son: parabolizar,
simbolizar.
Para
ejemplificar se utilizan algunas expresiones como, por ejemplo, en particular,
como muestra, como ejemplo, en caso de, en el caso de, verbigracia, pongo por
caso, tal como, a saber.
En
el argumento de ejemplificación, un argumento de ejemplificación se muestra en
una serie de premisas en las que aparecen diversos ejemplos que sustentan la
afirmación o negación expresada en el argumento.
Analogía:
Analogía
del griego αναλογíα (ana -reiteración o comparación- y logos razón), significa
comparación o relación entre varias razones o conceptos; comparar o relacionar
dos o más seres u objetos, a través de la razón señalando características
generales y particulares, generando razonamientos basados en la existencia de
semejanzas entre estos.
En
el aspecto lógico apunta a la representación que logramos formarnos de la cosa;
partiendo de que es real, pero subjetivo; y como representación es algo ideal o
lógico pero como objeto del sujeto que la piensa y le otorga ciertas
propiedades como la abstracción la universalidad.
Definición:
El
punto referencia que determina una división o una clasificación es la extensión
de los conceptos. En cambio, la definición se realiza desde el punto de vista
del contenido de los mismos. Con la definición lo que se pretende es determinar
la esencia del objeto real al cual
el concepto se refiere, con carácter de ley natural.
Contraste:
Proceso
mediante el cual se trata de comprobar si una afirmación sobre una propiedad
poblacional puede ser mantenida según la
información muestral disponible o debe ser rechazada.
Metáfora:
La
palabra metáfora proviene del concepto latino metaphora y éste, a su vez, de un
vocablo griego que en español se interpreta como “traslación”. Se trata de la
aplicación de un concepto o de una expresión sobre una idea o un objeto al cual
no describe de manera directa, con la intención de sugerir una comparación con
otro elemento y facilitar su comprensión.
La
metáfora aparece tanto en la teoría literaria (marco en el cual se la utiliza
como recurso literario o tropo), como en el campo de la lingüística (espacio
donde aparece como uno de los más importantes motivos de modificación
semántica) y en la psicología.
La
vida se halla repleta de metáforas, en todos los campos existen y ellas son las
que ayudan a entender y aceptar la realidad, así que este concepto deberían tenerlo
todos presente, no sólo en el campo de las artes, sino también, en la ciencia.
Cita de autoridad:
Como
la palabra lo dice, una cita de autoridad es una cita de que dijo una autoridad
reconocida o un especialista. El especialista, porque está capacitado y sabe del tema, la
autoridad porque su palabra es respetada y legítima. La cita de autoridad se
utiliza comúnmente como un recurso argumentativo, para dar credibilidad a un
argumento con la opinión de una persona que sabe más del tema que el emisor y
el destinatario.
De
ese modo, para fortalecer la opinión personal, se cita a un especialista
reconocido como prueba de que se tiene razón. El buen uso de la cita de autoridad es
cuando amplia la credibilidad argumentativa, haciendo referencias a un
especialista que confirma la opinión personal. En ese caso, la cita de autoridad
funciona como complemento argumentativo, al dar evidencia de que el
razonamiento es correcto.
Tipos de argumentaciones
para la Pragmadialéctica
La Pragmadialéctica,
por su parte, distingue tres tipos de argumentaciones
1) Argumentaciones
sintomáticas: un punto de vista 1 es defendido, citando en la discusión cierto signo, síntoma
o marca distintiva, del cual la conclusión es el punto de vista. Sobre la base
de esta relación de concomitancia, el hablante concluye que el punto de vista
debe ser aceptado.
2) Argumentaciones
analógicas: un punto de vista es defendido demostrando que algo mencionado en
el punto de vista es similar a algo que se cita en la argumentación, y que
sobre la base de esta semejanza el punto de vista debería aceptarse.
3) Argumentaciones
causales: un punto de vista es defendido mediante una conexión causal entre el
argumento y el punto de vista, de modo que el punto de vista, dado el
argumento, debería ser aceptado a partir del reconocimiento de esa conexión.
4)
Esquemas argumentativos: los esquemas argumentativos son estructuras generales
y abstractas con un número posible de instancias de reemplazo. En este sentido
se relacionan o corresponden con las estructuras
lógicas de razonamiento. Con un esquema argumentativo, sin embargo, la
transferencia de aceptabilidad no se basa solamente en la característica formal
de la estructura que se usa.
La estructura interna se revela en un esquema
argumentativo, mientras que la enunciación de un argumento expresa la argumentación
como una totalidad. En algunas teorías se ven como herramientas para la
evaluación de la argumentación; en otros casos, son herramientas para encontrar
argumentos, e incluso sirven como punto
de partida para la descripción de la capacidad argumentativa en una lengua
determinada.
En
la mayoría de las clasificaciones se incluyen la argumentación causal, la
basada sobre la comparación y la argumentación fundamentada sobre la autoridad.
También la argumentación desde el signo pero no siempre conceptualizada del
mismo modo.
Entimema:
para los aristotélicos la diferencia entre el entimema y el silogismo radica en
las premisas. El entimema es un silogismo retórico (fundado en verosimilitudes)
que lleva a la persuasión. El silogismo
científico está fundado en verdades y lleva a la demostración. Para Quintiliano
el entimema es un silogismo incompleto. Suprime una premisa cuya realidad es
incontestable y está conservada en la mente. Si se lo considera imperfecto lo
es sólo a nivel de lenguaje (no a nivel de la mente).
Desde
este punto de vista, en el discurso entimemático lo esencial es lo no dicho (lo
presupuesto). Esto no dicho puede ser de tipo específico o de tipo universal.
De tipo específico son aquellas premisas omitidas (reglas o máximas
ideológicas) que se refieren a campos discusivos cerrados (lo natural es bueno,
la solidaridad es deseable).
De
tipo universal son aquellas premisas omitidas que han sido denominadas por la
Retórica topoi o “lugares de la argumentación” lo posible/imposible propio del
género deliberativo, lo real/no real propio del judicial y lo más/ menos propio
del epidíctico.
Falacia:
existen desde la Antigüedad ciertas formas de argumentar que, a pesar de ser
incorrectas resultan muy persuasivas y recurrentes, conocidas como falacias, es
decir como argumentos engañosos. Hamblin (1970) en su libro Fallacies, establece un tratamiento estándar de las
falacias. Intenta mostrar, sobre la base de los mecanismos habituales de la
lógica, que toda falacia es un argumento lógicamente incorrecto. Su
tratamiento, sin embargo, ha sido criticado porque no es consistente con su
propósito.
El
fracaso en satisfacer los criterios de relevancia, suficiencia y aceptabilidad
en un determinado contexto, conduce a grandes tipos de falacias:
-
Falacias de Razones Irrelevantes
-
Falacias de Razones Insuficientes (Conclusión apresurada)
-
Falacias de Razones Dudosas (Premisas Problemáticas).
Abducción:
Según Michael Hoffmann (on line) la mejor manera de entender la inferencia
abductiva es compararla con la deducción y la inducción. Cita al respecto a
Peirce: “(...) no hay sino tres clases elementales de razonamiento. La primera,
que yo llamo abducción (...) consiste en examinar una masa de hechos y en permitir
que estos hechos sugieran una teoría. De este modo se ganan nuevas ideas; pero
el razonamiento no tiene fuerza. La segunda clase de razonamiento es la
deducción, o razonamiento necesario.
Sólo
es aplicable a un estado ideal de cosas (…) Simplemente da un nuevo aspecto a
las premisas (...) El tercer modo de razonamiento es la inducción o
investigación experimental.
Su
procedimiento es éste, sugiere una
teoría, se emplea la deducción para deducir a partir de esa teoría ideal, una promiscua variedad de consecuencias a tal
efecto que si se realizan ciertos actos, se enfrenta con ciertas experiencias.
Cuando se procede a intentar esos
experimentos, y si las predicciones de la teoría se verifican, se obtiene una
confianza proporcionada en que los experimentos que aún no se han intentado
confirmarán la teoría” (Charles Peirce 8.209,
c.1905, cit. por Hoffmann).
Pasando
al ámbito académico (exámenes, informes,
trabajos académicos), saber argumentar es imprescindible para defender con éxito la
posición que se sostiene. Para ello, es importante examinar los posibles
argumentos de los contrincantes y buscar argumentos sólidos que defiendan las
conclusiones que se han propuesto.
En
la exposición hay un razonamiento; son
varias las expresiones características que intentan explicitar la
argumentación, como, por ejemplo, las relaciones de condición, de causa, de
finalidad, de efecto o consecuencia. El discurso argumentativo realiza utilizando
una amplia variedad de formas textuales que apelan a recursos muy diversos y
posee distinto grado de complejidad. Las situaciones más comunes en que se
emplea la argumentación son las siguientes:
a)
Situaciones de carácter interpersonal: vida cotidiana (discusión entre dos
personas con diferente punto de vista), entrevista laboral, entre otros
aspectos. Se caracterizan por la
utilización de un discurso poco planificado.
b)
Situaciones de carácter social: cartas al director, artículos de opinión,
manifiestos, anuncios publicitarios, debates, mesas redondas; éstas emplean un
discurso más planificado y estructurado, con una gramática más elaborada y
precisa.
c)
Situaciones técnicas: ámbito científico, jurídico y administrativo (artículos
de investigación, tratados, instancias, alegatos, sentencias, demandas), usan estructuras muy formalizadas en su
desarrollo discursivo.
d)
Situaciones académicas: los exámenes, informes, trabajos académicos.
En
el artículo de investigación, la abundancia de formas léxicas, como verbos
de evidencialidad, adjetivos
ponderativos, sustantivos de causa y consecuencia (“ser consecuencia de”), muestran de forma explícita los pasos
argumentativos (“moves” en que el
escritor va dando en su discurso). Las partes argumentativas son fundamentalmente tres: la introducción, la
discusión y el resumen-conclusión.
Examen de acceso a la
Universidad:
Los
mejores ejemplos de argumentación se encuentran en los temas de ciencias,
especialmente en matemáticas y en ciertos aspectos formalizados de física. En la resolución de problemas de los exámenes
de niveles preuniversitarios se encuentran argumentos completos en los que el
punto de partida es manifiesto (son los datos de la enunciación del problema),
la justificación viene representada por
el planteamiento y desarrollo, y el final del argumento es la solución.
En
los exámenes de Humanidades, en cambio, muchas veces falta la razón que permite
sostener determinadas aserciones, con lo que se aporta información que no se “demuestra”, poco
convincente. Los estudiantes abordan este tipo de examen como textos
expositivos en los que el valor radica en la cantidad de datos que se ofrecen,
aunque no se justifiquen. Pero la explicación causal concedería mayor calidad a
textos. Se observa especialmente en literatura, que es escasa la
explicitación lingüística que
plantea las relaciones conceptuales que
conforman un razonamiento coherente; se
presentan las causas con frecuencia de forma asindética, con poca
conexión léxica o gramatical.
En
las disciplinas científicas fundamentalmente se observa como técnicas retóricas
el planteamiento de hipótesis / condición,
finalidad / aplicación,
causa, ejemplificación.
Reseña:
Las
técnicas más empleadas son las relaciones de orden de importancia en cuanto a
los argumentos presentados, la comparación y contraste y la intensificación de
la conclusión. La reseña científica se realiza mediante una breve exposición
descriptiva o crítica de la totalidad o una parte de la obra de otro u otros
investigadores, de ahí que tenga dos modalidades: la reseña descriptiva y la
reseña critica.
La
primera se limita a efectuar, mediante un resumen, un inventario del contenido
o las características de la obra. La segunda, que puede ser objetiva o crítica,
implica, también mediante un resumen, una evaluación o valoración más o menos
exhaustiva, del documento de que se trate. En el nivel pedagógico, la reseña
cumple un importante papel: evidenciar la calidad y cantidad de conocimientos
adquiridos por los alumnos con relación a la obra reseñada.
El
resumen. Se trata de una presentación sintética del tema o temas centrales
contenidos en una obra propia o ajena, utilizando un lenguaje claro y una
redacción sencilla y precisa; requiere de parte del investigador objetividad y
respeto al pensamiento del autor en su integridad. En el ámbito pedagógico es
imprescindible, ya que estimula la lectura crítica de un libro, manifiesta la
capacidad de abstracción y ayuda a afinar el pensamiento analítico y sintético
del alumno."
Estructura
de los textos argumentativos
Los
textos argumentativos, como los expositivos, basan una parte importante de su
efectividad en la buena organización de las ideas con las que se pretende
convencer o persuadir. De entre las variadas formas con las que se puede
manifestar este modo de organizar el discurso. Todo texto argumentativo se
articula en torno a cuatro partes fundamentales:
1.
Presentación o introducción
Tiene
como finalidad presentar el tema sobre el que se argumenta, captar la atención
del destinatario y despertar en él el interés y una actitud favorable.
2.
Exposición de la tesis
La
tesis es la postura que se mantiene ante el tema. Puede aparecer al principio o
al final del texto y es el núcleo de la argumentación.
Una
tesis puede ser una opinión subjetiva, en el caso de la argumentación informal;
en cambio, si se trata de un trabajo académico de investigación, la tesis tiene
que ser una hipótesis científica. Cabe destacar que una tesis que no se apoye
en argumentos racionales no constituye una argumentación académica. Solamente
los datos objetivos o las afirmaciones demostrables científicamente constituyen
argumentos válidos en un texto científico-técnico.
Al
defender una opinión suele adoptarse una de estas tres posturas argumentativas:
a)
Postura positiva: el emisor-argumentador aporta argumentos que apoyan su tesis
(argumentación positiva o de prueba).
b)
Postura negativa: se ofrecen razones que refutan o rechazan argumentos
contrarios al propio punto de vista (argumentación negativa o de refutación).
c)
Postura ecléctica: se aceptan algunas razones ajenas (concesiones) y se aportan
argumentos propios.
3.
Cuerpo argumentativo y antitesis
Una
vez expuesta la tesis, empieza la argumentación propiamente dicha. Se trata
bien de justificar la tesis con la presentación de pruebas y argumentos
variados (argumentación positiva), refutar la tesis contraria, o admitir algún
argumento contrario (concesión) para contraargumentar.
Con
el objetivo de lograr persuadir al destinatario, el emisor puede desplegar una
serie de estrategias argumentativas. Puede recurrir a las citas de autoridad y
a la ejemplificación, a la analogía, a la exposición de las causas y las
consecuencias que comporta la adopción de sus ideas, al refuerzo de su opinión
mediante datos objetivos (como, por ejemplo, resultados estadísticos o
sondeos), o a la discusión y desestimación de posibles objeciones a la tesis
adoptada.
En
las argumentaciones escritas (textos científicos y técnicos, humanísticos,
ensayos...), los esquemas más utilizados son:
a)
Argumentación deductiva. Presenta una orientación demostrativa: se parte de una
o varias ideas generales (tesis) para llegar a una conclusión (que reafirma la
tesis de partida o propone nuevas tesis) mediante la presentación de hechos,
pruebas y argumentos.
b)
Argumentación inductiva. Se parte de la presentación de una serie de argumentos
y, tras análisis y razonamientos variados, se llega, a modo de conclusión, a
una tesis que se infiere de dichos argumentos.
c)
Argumentación mixta. Contiene a la vez elementos del esquema deductivo y del
inductivo. Se formula al principio la tesis, se muestran hechos, casos o
razonamientos que la confirmen y, al final, se repite la tesis, casi siempre
con alguna variante.
En
el texto expresivo, su intención es la
transmisión de sentimientos revelando la subjetividad.
El texto
académico por su función se encuentra inserto en lo informativo pero hay que
considerar que en cualquier reproducción que se encuentre, sea este oral, escrito o audiovisual, debe
estar dentro del marco de una actividad científica y universitaria. (Padrón, J.
1996).
El
escrito académico es todo un aparato conceptual que está elaborado
rigurosamente, con una composición, con una construcción de ideas ordenadas,
justificada y que va dirigida a un sector específico, tiene la función y la
intención de persuadir al lector. Su estructura textual requiere una revisión
de las fuentes bibliográficas ya que va orientada a la concesión del
conocimiento.
Dentro
de sus características se pueden señalar:
1.-
Su textura.- Esta tiene que ver con su cohesión y con la coherencia del texto.
2.-
Su finitud.- Que tiene un límite.
Dentro
de su semántica se desarrollan ciertas funciones:
a).- la función ideacional.- la de expresar un
contenido. Esta tiene dos subdivisiones; la que va ligada a la experiencia y la
que va ligada a la lógica.
b).-
la función interpersonal.- que tiene en cuenta al interlocutor.
c).-
la textual.- que es la combinación de las anteriores, la de expresar un
contenido teniendo en cuanta al interlocutor.
Al
ser guiado por el escritor contiene una intertextualidad, con el carácter
distanciado de la comunicación y la producción solitaria.
La
organización del texto académico: según Morrison (1995) está constituido por:
•La
búsqueda en los textos da lugar a la organización de la información por orden
alfabético en los índices analíticos.
•Por
su delimitación está dividido en parágrafos y capítulos.
•Por
las formas de prestación didácticas cambian la disposición y el diseño del
texto.
•En
su clasificación lleva el empleo de números y orden alfabético dentro del
texto.
•En
sus comentarios da lugar a la división entres texto y anotaciones, en notas de
pie y citas.
•En
su validación da lugar a notas de pie y citas
•La
inclusión de las glosas lleva a la subdivisión del texto.
Los
textos académicos por su procedimientos discursivos se dividen en:
Un
resumen.- presenta el mismo contenido proposicional del texto
Una
introducción y conclusión.- son delimitantes del texto
Métodos
y resultados.- donde se presentan los hechos y las condiciones de los mismos.
Están en tiempo pasado y en voz pasiva.
Introducción.-
la presencia del tiempo verbal en presente y con voz activa.
Discusión.-
mantiene cambios de verbo entre presente y pasado.
Localización.-
señales del texto mismo.
Función
retórica.- señales explicitas dentro del texto, ejemplo: “hemos incluido”
Jerarquía.-
donde se le da prominencia a la información, ejemplo: “nuestro tema”
En
resumen, se encuentra que el texto
académico debe contener ciertas características que son parte de una validez
del contenido expuesto y al mismo tiempo, pretende convencer sobre la ordenanza
de los resultados presentados. Muñoz, N.I. (2010).
Ente
los géneros académicos se encuentran:
Técnicas retóricas:
Evidencialidad, ponderación/énfasis,
atenuación de la tesis/objetivos,
explicitación de la polémica,
citas en estilo indirecto,
comparación y contraste,
causa-consecuencia, ejemplificación,
preguntas retóricas. Destaca la abundancia y variedad de elementos léxicos que expresan la “evidencia” de la tesis
defendida, en convivencia con la atenuación de la conclusión.
Premisas:
Orden de importancia, comparación y
contraste, causa-consecuencia, citas directas de la obra, finalidad evidencia, ejemplificación, intensificación de la valoración.
La
argumentación en este tipo de textos se centra en razonar la consecución o no
de los objetivos que persigue el libro comentado. Los argumentos se aportan a
lo largo de la reseña, sobre todo, por orden de importancia, y a través de la
comparación y contraste. Estas técnicas
argumentativas conducen a una conclusión final que intensifica los aspectos
positivos del libro como estrategia para persuadir al destinatario de las
virtudes de la obra reseñada.
Informe científico:
Los
textos científicos tienen como función hacer de conocimiento público el trabajo
realizado por un investigador. Busca Consecución de resultados, confirmación de
hipótesis.
Es
un escrito que tiene como objetivo presentar, de una manera organizada y clara,
el resultado de la aplicación de un principio científico: un instrumento y su
aplicación. Pueden ser descriptivos: describen un instrumento, sin realizar
interpretaciones, ni sacar conclusiones;
interpretativos: enfatizan en la importancia de un elemento técnico
determinado; demostrativos: establecen la relación entre un elemento técnico y
unos principios científicos que se han aplicado para su elaboración.
Su función:
transmitir conocimientos universales sobre la realidad. Objetivo: hacer afirmaciones que sean universales. Lenguaje exigido por esas
características: expresión clara y precisa, vocabulario denotativo y unívoco.
Objetivo
comunicativo: transmisión de conocimientos emisores / receptores emisores =
especialistas receptores = especialistas o público en general. Si ambos son especialistas, comparten un
determinado grado de información sobre el área de conocimiento referente campo
propio de la especialidad.
El
campo de la ciencia abarca distintos saberes: química, física, biología,
astrofísica,… Código Lengua general y subcódigo propio de la especialidad, con
una terminología específica situación condiciona el carácter especializado que
se haga del subcódigo: artículo de divulgación, congreso de especialistas
comunicativa canal aire, papel, medios audiovisuales, soporte electrónico
mensajes claridad y precisión.
Tipologías
textuales: predominan la exposición y la argumentación, pueden también incluir descripciones y
narraciones, o el lenguaje técnico aparecen también las instrucciones.
Estructura
(según la organización de la información) método deductivo (de lo general a lo
particular) estructura analizante, método
inductivo (de lo particular a lo general) estructura sintetizante, repetición
de la tesis al principio y al final estructura encuadrada.
Estructura
general: introducción: se presenta el tema;
desarrollo: puede variar de acuerdo a las características que solicite
la institución u organismo que dará la difusión de su contenido. Se exponen los
argumentos o los hechos, las pruebas, entre otras… conclusión: se exponen las
conclusiones que se han extraído del análisis.
Formas
lingüísticas: tecnicismos (precisión y claridad), terminologías, presencia de lenguajes artificiales, el registro formal (características de la
lengua escrita). Muñoz, N.I. (2010).
2. La función del argumento en un texto
académico
La función de los elementos retóricos es que ponen a
hablar los datos, los hechos de forma lógica, coherente, armónica, sistematizada;
una buena argumentación atrapa al lector, lo contrario, lo aleja, es un arte en
el uso del léxico y uso del lenguaje en el campo en que se viene trabajando o
investigando.
Las técnicas retóricas serían como “lazos cohesivos”,
definidos como “elementos semánticos”, tanto explícitos como implícitos, que
relacionan ítems de información dentro del párrafo y muestran las relaciones de
estos ítems con la idea principal. Para llevar a cabo una función retórica
específica, se recurre a patrones de
relación que permitan establecer la conexión entre estas unidades, y el tema principal del discurso.
La argumentación sería concebida como una función
retórica específica en los textos científicos, que se vehiculan a través de
distintas técnicas retóricas, para ello habrá de tenerse en cuenta varis
niveles según sus fines, objetivos
pragmáticos globales, funciones
retóricas específicas: argumentación, técnicas retóricas específicas: técnicas
argumentativas y estadios que actúan en paralelo en el proceso de
composición e interactúan entre sí, entre ellos se encuentran, fase de
planificación de objetivos (goal-planning), fase de ideación (ideation), fase de desarrollo conceptual (conceptual
development): argumentación, fase de expresión (expression): técnicas
argumentativas, fase de linealidad de la
frase (phrase linearization), fase de
linealidad de sonidos y letras (sound/letter linearization). Beaugrande (1984).
Los modelos de procesamiento textual paralelos e
interactivos permiten situar la “dimensión argumentativa” de los géneros
académicos en el marco de las etapas que se suceden en la construcción de cada
clase textual. La función de la argumentación es descripción
y argumentación, en los textos.
La
argumentación es un modo de organizar el discurso que pretende conseguir la
adhesión de un auditorio a las tesis u opiniones que sostiene el autor. La
argumentación se utiliza normalmente para desarrollar temas que se prestan a
cierta controversia.
La
argumentación se identifica con el enunciado de un problema o situación que
admite posiciones a favor o en contra de una tesis (opinión que se defiende).
Argumentar es, por tanto, aportar razones para defender una opinión.
Toda
argumentación tiene un carácter dialógico, es decir, presupone un diálogo con el
pensamiento del interlocutor para transformar su opinión (tesis y argumentos,
por un lado; antitesis y contraargumentos, por el otro). Por ello se ha de
presuponer la existencia de dos o más interlocutores (el escritor y su/s
oponente/s). De aquí se deduce la necesidad de tener en cuenta al destinatario
(identificarlo, conocer sus gustos y valores, prever su opinión...) para
seleccionar los argumentos o premisas más adecuados y eficaces, y para
contraargumentar (exponer razones que contrarresten o invaliden los
razonamientos ajenos).
Como
práctica social, la argumentación implica una forma específica de interacción
ante la presencia de una discrepancia o conflicto. Tanto en la participación en
distintas instancias de la vida pública como en el ámbito privado, la
argumentación ofrece una alternativa a las formas directas de la imposición o
la violencia para resolver situaciones problemáticas en las que no existe
consenso.
Desde
un punto de vista pragmático, la argumentación es un acto de habla complejo
cuyo propósito es contribuir a la resolución de una diferencia de opinión.
Por
otro lado, la argumentación, por importante que sea en un texto, suele
combinarse con otros modos de organizar el discurso, como la explicación o la descripción,
para conseguir un texto más eficaz y dinámico. Así ocurre en el ensayo, en el que
predomina el procedimiento argumentativo en combinación con la exposición.
Otros textos en los que se emplea con profusión la argumentación son los textos
científicos, los jurídicos y algunas modalidades de textos técnicos, por
ejemplo el informe. López Ferrero, C. (S/F).
Estas
estructuras, situadas en el contexto del estudio del propósito comunicativo del
escritor y de las estrategias argumentativas, permiten observar su eficacia
comunicativa y establecer técnicas específicas para la composición de cada género
de discurso.
Desde
el punto de vista lingüístico (del texto al género discursivo), el análisis
realizado, permite establecer
paralelismos claros entre forma gramatical y función discursiva. La
identificación de las técnicas retóricas se ha llevado a cabo sobre la base de
evidencias lingüísticas (gramaticales y léxicas).
Estas
marcas, recurrentes en cada género de discurso, ofrecen herramientas para poder
caracterizar cada clase textual desde un punto de vista argumentativo y
retórico, y establecer semejanzas y diferencias entre ellas. “Conforman” el
desarrollo conceptual seguido en cada tipo de género, y muestran los rasgos
estilísticos compartidos dentro de la comunidad académica general (rasgos
comunes a varios géneros) y dentro de la comunidad discursiva particular del
texto (rasgos diferenciadores de cada género).
2.
Conclusión
Argumentación
implica razonamiento. Aristóteles fue uno de los primeros en descubrir la
existencia de una lógica argumentativa, de naturaleza inductiva en los
discursos sociales, diferente a la silogística y valorada en la actualidad en
función de parámetros como coherencia y adecuación. Una línea de argumentación
inductiva permite inferir a partir de una evidencia particular con el fin de
derivar unas conclusiones. Es lo que Aristóteles en su “Retórica” denominó
entimema.
En
el marco de los contextos académicos en los que se preserva, genera y difunde
conocimiento a través de documentos escritos, la argumentación lógica es una
condición intrínseca del discurso que le aporta solidez al escrito y prestigio
personal al productor del texto.
Lo
relevante en la argumentación es aportar las evidencias, los datos que permiten
fundamentar la actividad científica de la que se ha de dar cuenta. Por lo cual,
abundan las marcas de evidencialidad. Además, la información se desarrolla por orden de importancia, destacando los
logros que permiten convencer mejor del trabajo eficaz realizado, y de su
relevancia en el campo científico en el que se profundiza. Se recuerda al
interlocutor la tesis, las partes más relevantes de lo expuesto y se insiste en
la posición argumentativa adoptada.
El
acto de argumentar, como el pasaje de la
credibilidad de un hablante a otro, es un fenómeno muy complejo y
difícil de agotar desde una sola perspectiva de análisis. Actualmente existe un
renovado interés por los estudios argumentativos, basados especialmente en
abordajes no formales, tendientes a dar solución a aspectos generalmente no
resueltos por la lógica tradicional.
En
efecto, el enfoque de la lógica tradicional conduce a una mirada
despersonalizada, descontextualizada, que evalúa los razonamientos por su validez formal, lo que
supone una sola respuesta válida a cada cuestión en conflicto. Nada más lejos de la realidad
cotidiana de las interacciones argumentativas diarias; ello ha conducido a una
actualización sobre las nuevas teorías de la argumentación, a partir del
rastreo de sus objeciones a los planteos tradicionales y consiguiente
reconceptualización de las nociones básicas.
El
objetivo final está dirigido a replantear un ajuste, modificación y
actualización de los contenidos disciplinares en la enseñanza, en vistas de
optimizar una mejor y más realista secuenciación de contenidos, diseño de
estrategias didácticas y criterios de evaluación; importante reto para el
investigador socioeducativo.
4. Bibliografía
López Ferrero, C.
(S/F), La argumentación en los géneros académicos, [En García Negroni, Mª.
Marta (ed.). Actas del congreso internacional La argumentación. Buenos Aires:
Instituto de Lingüística de la Universidad de Buenos Aires. Edición en CD-Rom].
Muñoz, N.I. (2010)
Examen de las nuevas teorías de la argumentación para un replanteo de su
enseñanza.
Recuperado de:
http://ict.unpa.edu.ar/files/ICT-UNPA-15-2010.pdf
http://actividadesdacs.wordpress.com/2010/09/10/tipos-de-textos-3/
http://www.fcpolit.unr.edu.ar/programa/2008/03/13/estructuras-argumentativas-teun-van-dijk/
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