sábado, 21 de junio de 2014

Agresividad en los niños, se puede justificar y explicar sólo desde el gen MAO-A, el “gen guerrero”


El texto seleccionado por haber sido rechazado para el desarrollo de mi trabajo investigativo, corresponde a la teoría genética sobre la agresividad en los niños: "¿Nacen los niños siendo malos?”

¿Cuál es el tema del texto?

El tema del texto gira en torno a una explicación de como los genes determinan la maldad en el ser humano, el gen MAO-A, también llamado el “gen guerrero”, es un recolector de basura molecular que sintetiza compuestos químicos que producen la tendencia a la agresividad y a la violencia descontrolada.

¿Por qué no aceptas sus ideas?

Durante el transcurso  de la investigación del “bullying”,  he podido encontrarme con múltiples teorías  y posturas paradigmáticas,  las cuales,  en su mayoría, establecen como determinantes  de la violencia escolar especialmente, los factores sociales,  le siguen en orden, los factores familiares;  patrones de crianza y los modelos de interacción familiar,  factores relativos a los roles asociados a cada individuo dentro del grupo, factores cognitivos;  las experiencias de aislamiento social vividas, experiencias tempranas de privación social; factores   asociados entre emocionalidad y agresividad.

Otros factores ambientales, la exposición repetida a la violencia en los medios de comunicación y a los juegos electrónicos, la violencia barrial. Dentro de todos estos factores, existe la probabilidad de una mayor incidencia en el desarrollo de conductas agresivas en los niños y niñas,  las prácticas o estilos de crianza y el clima familiar.
Entre los factores de riesgo del acoso escolar  se encuentran, en particular el sexo, la edad, la agresividad, la falta de inteligencia y el éxito académico, el trastorno por déficit de atención con hiperactividad e impulsividad, la baja empatía, la baja autoestima, la depresión y la impopularidad.

¿Por qué lo rechazaste?

Este artículo aunque me pareció novedoso,  no lo acepté,  porque en el acoso escolar intervienen múltiples factores asociados con los orígenes, contexto social y cultural, procedencia familiar, y nivel socio económico,  para caer en teorías deterministas que centran todo su valor para explicar el fenómeno del bullying, en teorías como la presente,  de corte estructural positivista y mecanicista;  teorías que han conducido a evaluar y explicar los fenómenos sociales, aplicando el mismo racero de las ciencias físicas y naturales.

Aceptando esta teoría,  o confiriéndole un alto valor argumentativo en la explicación del problema objeto de estudio,  sería retroceder;  significaría en tiempos posmodernos,  concederle de nuevo vigencia a las teorías conductistas de la “tábula rasa”, como lo decía Skinner,  entrégame un niño y dime lo que quieres que te devuelva en la vida adulta, un médico, acaso un abogado o un delincuente,  y así procederé mediante mis técnicas, el condicionamiento clásico y operante, con  base a estímulo respuesta, refuerzo condicionado;  como si fuéramos el conejo del bebé Albert en los experimentos del doctor John B. Watson, o el perro  Snuppy en los experimentos de Ivan Petrovich Pavlov, entre 1890 y 1900, sobre la ley del reflejo acondicionado y condicionado.

Considero  que toda teoría que cree sesgos,  que mira desde una sola óptica la compleja conducta del bullyng, la cual obedece a factores multicaules, como se planteara anteriormente, debe descartarse de plano, porque sería desandar lo trasegado, restaría valor científico a lo abonado en el marco conceptual, situación que todo investigador debe vigilar y controlar con sigilo, dado que una investigación de carácter científico debe sobreponerse a los gustos, preferencias y  caprichos personales,  en aras de aportar a la comunidad científica y al mejoramiento de la calidad de vida de las comunidades usuarias, las cuales esperan prontas soluciones a las problemáticas que las afectan.

Nunca pensé que es más  difícil escoger un texto descartado que un texto avalado, porque casi siempre investigativamente vamos retroalimentando en la búsqueda,  desarrollos que verdaderamente le aporten al enriquecimiento del trabajo documentado, y por lo mismo,  nos rodeamos de autores y obras que servirán a la investigación,  evitando búsquedas innecesarias,  desperdiciar energías y tiempo útil para rotroalimentar y convalidar  el trabajo desarrollado;  aunque hablar de verdades en ciencias humanas, en materia de la conducta individual y colectiva,   resulta ciertamente riesgos y difícil, ello explica porque se han creado tantos paradigmas explicativos, los cuales estamos en el deber,  como investigadores de  conocerlos,  respetarlos y concederles su justo valor, dado que son  una respuesta a momentos y situaciones históricas,  sirviendo de soporte ante sus realidades,  atendiendo a los progresos y avances en materia de investigación, ciencia y tecnología.


Lo que si es cierto es que debemos ser selectivos y cuidadosos, al momento de realizar la construcción de un marco teórico o referencial que explique, fundamente y justifique el problema planteado y su posterior desarrollo,  a partir del trabajo de campo, ello  garantizará  limpieza y seriedad, cualificando la producción investigativa.






MOBURF-00010591-001





                            niño agresivo


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