jueves, 26 de diciembre de 2013

Sin prisa, sin miedo





Soltarse completamente
en el tiempo,
en la fresca tierra,
dejando que todo pase,
sin prisa,
sin miedo;
dibujando en la arena,
castillos y estrellas.
Volver a ser niños,
sin orgullo y prejuicios;
perderse en el verde,
en el azul;
girar  incansables,
como lo hacen los planetas
y los molinos de viento.
Croar como ranas
en la espesura
de la pródiga  hojarasca,
iluminar la noche
como luciérnagas,
zumbar como el viento,
amar como palomas,
en las torres de las iglesias
trepar en la selva,
alcanzando el sol, 
la luna,  las estrellas
y un nuevo planeta.
Dejarnos arrullar,
mecidos por el viento
en las vigorosas ramas,
en el copo de las guaduas.
Volver a nacer sin prisa,
sin miedo al reloj de arena,
porque vienen  tiempos
primaverales, de bonanza,
cubriendo nuestro suelo,
con tormentas con el polvo
 y la nieve del progreso,
huracanes de pasión,
inundando totalmente,  
 nuestros hogares,
con delicioso sabores
y un millón de bendiciones.
Prepárate...
 abre tu corazón,
porque se acercan
grandes oleajes,
erupcionarán  volcanes,
que todos nos cubrirá,
con la lluvia de la felicidad.