La actitud emprendedora es la capacidad interior, es la fuerza que mueve a cada ser humano a sobrevivir, creando negocios, donde otros no los ven, es saber aprovechar las nuevas formas de mercados y las necesidades que surgen de estos para volverlas negocios rentables, es estar en la jugada de la oferta y la demanda, es innovación, es creación, es ir más allá, donde otros se quedan en mitad del camino.
Como lo expresa ADRIAN, en todo emprendedor se está manejando la llave del éxito, en ocasiones hay que arriesgarlo todo para poder ganar, y nunca se pierde, porque se gana experiencia en los negocios.
Igualmente como lo reafirma ERIKA, todos, de una forma u otra, somos emprendedores, pero a veces por una cultura cimentada en el miedo al riesgo, nos quedamos en la zona de confort, en ocasiones, ocupando empleos que poco nos satisfacen y realizan como seres humanos, sin poder en la vida conocer el genio creador y emprendedor que nos habita, atascados en filosofías populares, tales como “Más vale pájaro en mano que cien volando”.
Ya lo dice LUIS ABDÓN, el emprendedor quiere cambiar las cosas, un cambio conduce a otro, y a nuevas necesidades en el mercado; hay que negar la máquina de escribir, para poder probar las bondades del computador, hay que negar el cuaderno para reafirmarse en los versátiles tablets, y así sucesivamente.
¿Hasta donde llega la creatividad y los negocios? hasta el infinito, como el conocimiento mismo, aunque suene raro y nos sorprenda, pero los creativos y emprendedores que satisfagan las necesidades de los futuros habitantes de marte y otras galaxias, creo, que algunos de ellos se reirían de la forma en que atendemos y cubrimos nuestras actuales necesidades.
Nos deja ERIKA esa sensación del acto creativo del emprendedor, como toda una aventura, donde las mismas palabras se quedan cortas para definir el espirito emprendedor, porque terminarían encasillando esa dimensión trascendental del ser humano de cambiarlo todo, esa búsqueda infinita de bienestar que nunca se logra por completo, pero que explica esa necesidad de seguir buscando, más allá de sus propias demandas y deseos, más allá del propio ser trascendental, tan humano y tan complejo.
Sin cultura emprendedora las economías no sobreviviría a la crisis; hay actitud emprendedora, desde aquel que vende perros y hamburguesas en la esquina, hasta las mujeres del eje cafetero que teniendo una economía similar a la "Chocuana", estas mujeres en medio de la crisis no se cruzaron de brazos, volvieron el café en rica confitería, galletería, postres y golosinas, enriqueciendo de esta forma, la economía de sus hogares en crisis; de la misma forma en que lo hicieron las mujeres alemanas en la segunda guerra mundial, donde en medio de su viudez y con hijos pequeños huérfanos, ellas mismas levantaron con esfuerzo la economía de la posguerra; es que "la necesidad es la madre de la creatividad".
Emprender es poder, y en cada ser humano hay un gran emprendedor que hay que sacar para jalonar la economía en crisis, como lo hizo Argentina en el Corralito de Piedra, como lo hizo Colombia en la recepción económica de los años 80 y 90, o como lo hace Venezuela actualmente.
CONCLUSIÓN: la actitud emprendedora es la que ha movido el desarrollo de los pueblos, lleva algo de magia creadora, algo más que inversión, algo más que sacrificio y altruismo, algo más que crisis e intercambio, es la razón de ser del progreso de los pueblos a través de la historia de la humanidad, y que se ha acentuado especialmente en tiempos de crisis, como la actual, de finales del año 2019, para jalonar empleos y la economía misma; explicable todo ello, por esa dimensión humana de hacerse y rehacerse sin importar las circunstancias que le precedan o antecedan.
