Hoy que los congresistas (institución señalada como una de las más corruptas) después de un receso, que explica la corrupción de las instituciones públicas, donde importa más un partido de fútbol que la guerra en que nos debatimos día a día, exigen fecha para negociar la paz; evento con más de tres años rodeado de
sangre de parte de los dos contratantes,
FARC y Gobierno, este último salpicado de traiciones históricas, donde el que negocia la paz y da la cara, luego
se le caza y crucifica como redentor, y
sino que decir, del exterminio de todos
miembros de la Unión Patriótica que negociaron en la mesa y luego fueron fusilados por el mismo estado negociador.
Los años ochenta fue una década de surgimiento de paramilitarismo auge de narcotráfico, guerrillas, violencia, grupos al margen de la ley, secuestros, extorsiones, estancamiento económico, asesinatos, sobornos, masacres, constantes intentos de diálogos por la paz y muchos fracasos, una década oscura, una década pérdida.
Estado que desaparece al que denuncia, y tilda de guerrillero, haciéndolo huir, al que se atreve a abrirle sus fauces, para descubrir la maldad que oculta a través de la publicidad y el monopolio de los medios de comunicación, donde se exhibe como estado protector y benefactor, con vocación proactiva, benefactor, constructor de sueños y proyectos de vida para familias y jóvenes de las sufridas comunas y sectores marginales, pero que aunque desaparezca a miles para acallarles, aunque traslade inconsultamente a sus maestros a los peores lugares por develar la realidad y les prohíba regresar a la institución a reclamar sus pertenencias; las tragedias naturales, revelan y revelarán de forma descarnada, el sufrimiento del pueblo colombiano, de la patria, y aunque las cortes internacionales se hayan quedado cortas para judicializary penalizar a los que han desangrado esta nación, vendrá la justicia natural, la divina, de la cual nadie podrá escapar, no habrá rico feliz en este país del Edén, mientras el hambre y la sangre se derrame en estas tierras.
Recorriendo lugares lejos de Belén su tierra, nace un Jesús redentor, asesinado por un traidor; recorriendo Europa y otras tierras, el esclavo Miguel de Cervantes (fue vendido en el mercado de Argel en calidad de esclavo a otro corsario, permaneciendo prisionero en esas tierras durante cinco años. Tiempo que le permitió recorrer lugares haciéndose grande) se magnifica con su Quijote, que no es más que la tragedia griega traída al ahora y que devela la misma tragicomedia humana.
El sueldo de un congresista equivale a 25 millones de pesos colombianos,
pero el total devengado por año por cada uno
de estos funcionarios es de $359.742.570 millones de pesos, eso sólo
para el año 2012, que diremos del monto para el 2015?, supera el sueldo 39
veces del salario mínimo (644.350,00 salario mínimo, año 2015) de un trabajador
que expone a diario su vida en grandes edificios en la guerra del ladrillo para
sobrevivir, y 1000 veces lo que ganan los de la economía informal, vendiendo chicles, gaseosas y confites en los semáforos;
algunos de ellos para pagar la dormida en una pieza, evitando pasar la noche en
una acera o poder a medias comprar una pequeña ración para pasar el día; tengamos en cuenta que los ingresos de los
representantes y senadores son superiores a los enunciados anteriormente para
el año 2015, se han triplicado.
La persecución contra los comunistas se ha extendido a los integrantes de las
fuerzas políticas que han decidido realizar alianzas con ellos. De este modo, a
mediados de la década de 1970, líderes de la alianza Unión Nacional de Oposición
(UNO) fueron asesinados. Otro tanto ocurrió con los integrantes del Frente
Democrático, una coalición de fuerzas de izquierda surgida a comienzos de la
década de 1980 (NCOS 1995, 58 – 59).
Estas formas de criminalidad fueron las que antecedieron al genocidio contra
la Unión Patriótica.
"Por estas razones, entre 1986 y 1988, años electorales, se registraron hechos
de criminalidad generalizada en las zonas de influencia de la UP. Esa violencia
se hizo sentir especialmente en aquellos municipios y ciudades donde el grupo
político obtuvo poder local y comenzó a desarrollar programas de gobierno que
incluían la construcción de obras públicas, hospitales y escuelas. Un caso
ejemplar de esta situación fue el del municipio de El Castillo, Meta. Allí, uno
tras otro, fueron destituidos o asesinados cuatro alcaldes de la UP junto con
otros funcionarios de la administración local de la misma filiación16.
En este periodo fueron puestos en ejecución en varias partes del país una
serie de modelos represivos. Sobrevino una ola de atentados, tanto durante las
campañas electorales, como luego de la posesión de los elegidos. Más tarde se
denunciaría la existencia de planes de exterminio elaborados desde el seno de
las propias fuerzas militares para acabar con las bases de la organización
política en varias regiones del país y con sus líderes más destacados. El “Plan
Esmeralda” (1988), por ejemplo, tuvo por objeto barrer con la influencia de la
UP y el Partido Comunista en los departamentos del Meta y Caquetá; dos de las
regiones en las que se obtuvieron los mejores resultados en los comicios,
superando incluso a los partidos liberal y conservador. Adicionalmente, los
dirigentes de izquierda denunciaron que mandos militares habían trazado otros
dos planes --la “Operación Cóndor” (1985) y el “Plan Baile Rojo” (1986)--
concebidos para socavar las estructuras de dirección nacional del movimiento y
asesinar o secuestrar a sus dirigentes elegidos a las corporaciones públicas
(Quiroga 2003, 137).
Estos planes tuvieron diferentes pautas de persecución que siguen siendo
utilizadas hasta hoy. En algunas de las regiones de amplia adhesión al grupo, la
estrategia de aniquilación tomó la forma de un proceso ascendente. Primero se
intentó eliminar a las bases sociales y a las estructuras locales, para luego
arrinconar y liquidar a los líderes regionales. Para lograr estos fines se
aplicó la estrategia de la conformación y crecimiento de grupos paramilitares
que actuaban bajo el amparo oficial. Estos grupos se especializaron en el empleo
de métodos de tortura y de tratamientos crueles practicados públicamente en el
contexto de masacre planificadas como forma de aterrorizar a la población, y
prevenirla acerca de las implicaciones que tenía su simpatía hacia los
militantes de izquierda. Las masacres como espectáculos de terror tuvieron como
resultado el aislamiento social de los sobrevivientes, o el desplazamiento de
quienes se negaban a abandonar las regiones17.
En otros lugares, como en el caso ya mencionado del departamento del Meta, el
exterminio contra los dirigentes se intensificó en los primeros años, luego vino
un período de relativa calma que antecedió a operaciones de terror realizadas
con el fin de provocar el desplazamiento forzado de la base social. En
determinados sitios fue la Fuerza Pública la que actuó directamente, en otros lo
hicieron los grupos paramilitares o el mismo Ejército usando prendas distintivas
de los paramilitares.
Los homicidios llevados a cabo en los municipios perseguían no sólo erradicar
la competencia electoral que representaba la militancia de izquierda, sino
además saldar los conflictos sociales relacionados con los problemas laborales,
de tenencia y acumulación de tierras, o de cobertura y costo de servicios
públicos en el ámbito local. Entre las víctimas se han contado personas que
junto a su filiación política estaban vinculadas a sindicatos, eran miembros de
movimientos cívicos y organizaciones comunitarias, educadores o personas que, en
su mayoría, tenían simplemente una relación de simpatía con la organización.
Como puede verse, la interpretación de que el genocidio de la UP ha sido una
“cuenta de cobro” a la guerrilla encubre la desarticulación y destrucción de
procesos de oposición social (Gaviria 2004, 88-90)18.
http://www.desaparecidos.org/colombia/fmcepeda/genocidio-up/cepeda.html
Miremos el caso de Simón Trinidad (Ricardo Palmera), hombre respetado por su don de gentes, su alto
nivel intelectual y sus dotes de abogado. Al punto de que le decían "la
conciencia jurídica de Cesar". En el gobierno de Mariano Ospina Pérez, el
ministro de Agricultura, Pedro Castro Monsalvo, nombró a don Ovidio Palmera
secretario general y viceministro y lo recuerdan "como todo un
caballero".
Palmera enfrentó otro juicio en Estados Unidos, por tráfico de drogas,
que no prosperó. Sin embargo, y aunque la pena que le fue impuesta le significa
poco menos que una cadena perpetua, 'Trinidad' sigue siendo un tema de honor
para las FARC, como lo demuestra el hecho de que su nombre haya vuelto a sonar
durante la rueda de prensa de este jueves en La Habana.
Él, su hija y esposa murieron en
un bombardeo militar que a finales de septiembre del 2010.
Según la publicación, la joven, menor de 18 años, había llegado al
campamento para visitar a su madre, 'Lucero Trinidad', alias de María Victoria
Hinojosa, que dirigía la Radio Resistencia, del Frente 48 de la organización
insurgente.
Además de Hinojosa y la menor, en el bombardeo lanzado el 19 de
septiembre, murieron el comandante de este frente, Sixto Antonio Cabana
('Domingo Biojó'), y 25 insurgentes más.
El ataque y consecuente muerte de Raúl Reyes (un guerrillero acusado de
terrorismo por el estado Colombiano, miembro del Secretariado, portavoz y
asesor del Bloque del Sur de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. Antes
de unirse a la FARC, fue sindicalista y
político local) en territorio
ecuatoriano a causa de una incursión a uno de sus campamentos realizado por
fuerzas de seguridad colombianas. Muriendo desangrado a causa de la amputación
de la pierna sufrida cuando, huyendo del bombardeo, cayó víctima de una mina
antipersona.
El operativo que condujo a la muerte de Reyes desencadenó una
controversia internacional entre Colombia y Ecuador, principalmente, al igual
que entre Colombia y Venezuela. La crisis se debió a la violación del derecho
internacional y la soberanía del territorio ecuatoriano.
Quizás Manuel Marulanda (Pedro
Antonio Marín Marín, mejor conocido por su alias de Manuel Marulanda Vélez o
Tirofijo nacido en Génova, Quindío, 12 de mayo de 1930 - Selvas del Meta, 26 de
marzo de 2008), fue un guerrillero colombiano, inicialmente integrante de las
Autodefensas campesinas liberales en 1950, posteriormente cofundador y máximo
jefe de las FARC. Fue el guerrillero más veterano del mundo y de su tiempo. Su
apodo Tirofijo proviene de la habilidad para acertar en el blanco al disparar
con armas de fuego durante sus días de combatiente, y su apodo Manuel Marulanda
proviene de un antiguo líder comunista asesinado durante la Violencia, lideró a
las FARC hasta su muerte) murió de causas naturales porque nunca le dio la cara
a un gobierno que traicioneramente bombardeó a los que se atrevieron a dialogar
con éste.
Gobierno que negocia con el cartel de Cali para crear el genocidio de
los jóvenes de Medellín en la década de los ochenta y noventa so pretexto de
acabar con el cartel de Pablo Escobar.
Gobierno que financio las “Convivir”
para acabar con los combos, terminando por asesinar a los jóvenes que se
enfilaron en tal tarea, terminando por
financiar las Bacrim, el paramilitarismo, sosteniendo la guerra que históricamente
él ha creado para vender la patria a las trasnacionales, pero eso no ocurre
sino en patrias ricas como estas y sino que decir del Darién y el trapecio
amazónico, porque la mayoría de la población colombiana se aglutina en la zona
andina y costera.
Los años ochenta fue una década de surgimiento de paramilitarismo auge de narcotráfico, guerrillas, violencia, grupos al margen de la ley, secuestros, extorsiones, estancamiento económico, asesinatos, sobornos, masacres, constantes intentos de diálogos por la paz y muchos fracasos, una década oscura, una década pérdida.
¡En surco de dolores
el bien germina ya!
aunque para desminarte
mis años no me alcancen.
Recorriendo en bicicleta en territorio de América Latina, un médico decide luchar por su
gente, nace un Che Guevara. Aunque Bolivia lo tortura y mata, cuanto luchó por un reforma agraria, que no es más que quitarle al rico la tierra que le sobra y la ha hecho rastrojo y que se vale de la justicia para su desalojo.
Recorriendo lugares lejos de Belén su tierra, nace un Jesús redentor, asesinado por un traidor; recorriendo Europa y otras tierras, el esclavo Miguel de Cervantes (fue vendido en el mercado de Argel en calidad de esclavo a otro corsario, permaneciendo prisionero en esas tierras durante cinco años. Tiempo que le permitió recorrer lugares haciéndose grande) se magnifica con su Quijote, que no es más que la tragedia griega traída al ahora y que devela la misma tragicomedia humana.
Estado que creo los paramilitares
y ha tolerado las Bacrim y luego habla de ciudades Hogares para la vida, mientras tolera que personas armadas de
navaja saquen de las calles y
acera, a los habitantes de calle o
indigentes, los cuales se constituyen en las mayores víctimas de esta guerra;
seres vulnerables sin familia, sin hogar, expuestos a ser víctimas de grupos de
limpieza social que en ocasiones mientras duermen incineran sus cuerpos.
Aunque el panorama parece haber mejorado y en algunos años las estadísticas mostraron un descenso de la violencia en el país, otra vez los números encienden la alerta. Un estudio, producto de un seguimiento de cifras nacionales, realizado por el grupo de investigación en violencia del Doctorado Interfacultades en Salud Pública de la Universidad Nacional de Colombia, demuestra que en los últimos años la violencia se ha incrementado en sus diferentes modalidades.
Este grupo de investigación de la UN lleva varios años estudiando cifras provenientes de entidades como Medicina Legal, la Policía Nacional y el DANE, para sacar sus propios resultados sobre diferentes temas que afectan a la población.
Aunque las estadísticas de algunas manifestaciones de violencia no alcanzan porcentajes tan altos como en años anteriores al 2000, sí aumentaron entre el 2004 y el 2007 y, al parecer, continúan con el mismo comportamiento en el 2008.
Algunas de las formas de violencia que siguen teniendo gran impacto en Colombia, y cuyas manifestaciones se han intensificado, son el homicidio y el desplazamiento. Según el estudio, los números revelan su incremento.
“El país ocupa un lugar elevado en el mundo por sus altas tasas de homicidio. Aunque no está por encima de lugares como Iraq, las cifras son alarmantes”, señaló el profesor Saúl Franco, director de la investigación y del Doctorado en Salud Pública de la UN.
De acuerdo con el docente, en el mundo se producen, en promedio, 14 homicidios por cada 100 mil habitantes, mientras en Colombia, en el 2007, la tasa fue de 37, es decir, 2.6 veces la tasa mundial de homicidios.
Al finalizar la década del 90, el país tuvo cifras tan altas de homicidio que alcanzaron a superar los 22 mil al año. En el año 2000 se llegó casi al mismo nivel, pero después se logró un descenso que ahora parece frenarse y comenzar un nuevo incremento.
Por ejemplo, en el 2006 se presentaron 12.274 homicidios. En el 2007, la estadística aumentó a 16.318. “Es un descenso importante con relación a años como el 2000. Sin embargo, sigue siendo un número muy alto y mayor al del año anterior”, señaló el profesor Franco.
Nuevamente en Medellín la tendencia se está incrementando. Para el primer semestre del 2008, los homicidios en esta ciudad superaron, en cerca de un 30%, la cifra del 2007 para el mismo periodo. Si la tendencia sigue, Medellín va a estar de nuevo en los primeros lugares.
“Esto puede llamar la atención sobre el tratamiento que se está haciendo. Quizás se estén tratando más los síntomas que las causas. Es una de las preocupaciones que hay con la seguridad democrática”, sostuvo el profesor Franco.
En los distintos departamentos se va sintiendo el incremento de homicidios. Por ejemplo, en el 2004 la región con mayor número de asesinatos fue Casanare, con 111 por cada 100 mil habitantes; en el 2006 fue Guaviare, con 138, superando la cifra anterior. Ya en el año 2007, Arauca ocupó la primera posición, con 167. Es decir, en 4 años, la tasa más alta por departamentos aumentó de manera significativa.
“No solo va cambiando el orden de los departamentos con tasas más altas, sino que la cifra máxima es cada vez más alta, en lugar de decrecer, como se esperaría”, enfatizó el profesor Franco. También habló de una combinación de narcotráfico, con lucha territorial entre paramilitares y guerrilleros, con el aumento de los niveles de intolerancia social y de conflictividad urbana, que puede ser la causa del aumento de los asesinatos.
El desplazamiento es un fenómeno subregistrado en el país, según el profesor Franco, bien sea porque muchos desplazados no reconocen su condición, debido al peligro, a la exclusión o a los estereotipos.
Vega es solo una de los casi 4 millones de desplazados que hubo en el país, entre 1985 y el 2007, lo que constituye casi el 10% de la población. Cifras como estas hacen que Colombia sea el país con más desplazados en el mundo.
En el 2003 hubo una reducción significativa del desplazamiento, por la desmovilización de varios grupos paramilitares, pues se pasó de 412 mil en 2002 a 205 mil. Después, comenzó nuevamente a incrementarse.
En el 2006 se registraron 221 mil desplazamientos. De manera alarmante, en el 2007, aumentó a 305 mil. “Eso quiere decir que el desplazamiento se está volviendo a incrementar en el país, pues la cifra es equivalente a 836 desplazados diarios. Una cantidad excesiva”, explicó el director de la investigación.
Lo peor, de acuerdo con el profesor de la UN, es que los desplazados son más pobres que los pobres. “Yo me atrevería a decir que son estrato menos uno. Tienen las peores condiciones de vivienda, de higiene básica, limitaciones enormes en acceso a los servicios, entre otras dificultades”.
"La violencia tiene varios rostros: muerte, desaparición,
secuestro, desplazamiento forzoso, cada uno con sus propios protagonistas.
Algunos, personajes públicos, otros anónimos, los que sufren en silencio el
rigor del ataque o los que simplemente murieron sin que nadie se
percatara.
Aunque el panorama parece haber mejorado y en algunos años las estadísticas mostraron un descenso de la violencia en el país, otra vez los números encienden la alerta. Un estudio, producto de un seguimiento de cifras nacionales, realizado por el grupo de investigación en violencia del Doctorado Interfacultades en Salud Pública de la Universidad Nacional de Colombia, demuestra que en los últimos años la violencia se ha incrementado en sus diferentes modalidades.
Este grupo de investigación de la UN lleva varios años estudiando cifras provenientes de entidades como Medicina Legal, la Policía Nacional y el DANE, para sacar sus propios resultados sobre diferentes temas que afectan a la población.
Aunque las estadísticas de algunas manifestaciones de violencia no alcanzan porcentajes tan altos como en años anteriores al 2000, sí aumentaron entre el 2004 y el 2007 y, al parecer, continúan con el mismo comportamiento en el 2008.
Algunas de las formas de violencia que siguen teniendo gran impacto en Colombia, y cuyas manifestaciones se han intensificado, son el homicidio y el desplazamiento. Según el estudio, los números revelan su incremento.
Suben los homicidios
En Colombia se han producido 602.364 homicidios en los 33 años
comprendidos entre 1975 y 2008. Es decir, 18.253 cada año, 50 diarios y 1 cada
media hora. Este es el panorama en el que han crecido las generaciones
actuales.
“El país ocupa un lugar elevado en el mundo por sus altas tasas de homicidio. Aunque no está por encima de lugares como Iraq, las cifras son alarmantes”, señaló el profesor Saúl Franco, director de la investigación y del Doctorado en Salud Pública de la UN.
De acuerdo con el docente, en el mundo se producen, en promedio, 14 homicidios por cada 100 mil habitantes, mientras en Colombia, en el 2007, la tasa fue de 37, es decir, 2.6 veces la tasa mundial de homicidios.
Al finalizar la década del 90, el país tuvo cifras tan altas de homicidio que alcanzaron a superar los 22 mil al año. En el año 2000 se llegó casi al mismo nivel, pero después se logró un descenso que ahora parece frenarse y comenzar un nuevo incremento.
Por ejemplo, en el 2006 se presentaron 12.274 homicidios. En el 2007, la estadística aumentó a 16.318. “Es un descenso importante con relación a años como el 2000. Sin embargo, sigue siendo un número muy alto y mayor al del año anterior”, señaló el profesor Franco.
Asesinatos por ciudades y departamentos
Hay ciudades que habían logrado reducir el número de
homicidios, que ahora están en alerta. Ese es el caso de Bogotá y Medellín. Por
muchos años, hasta principios del nuevo milenio, la capital antioqueña tuvo las
tasas de homicidio más altas del país. Estas fueron descendiendo y el año pasado
llegó a una tasa casi igual a la nacional: 35 por 100 mil habitantes, muy lejos
de Pereira, que tuvo la más alta entre las capitales de departamento:
81.
Nuevamente en Medellín la tendencia se está incrementando. Para el primer semestre del 2008, los homicidios en esta ciudad superaron, en cerca de un 30%, la cifra del 2007 para el mismo periodo. Si la tendencia sigue, Medellín va a estar de nuevo en los primeros lugares.
“Esto puede llamar la atención sobre el tratamiento que se está haciendo. Quizás se estén tratando más los síntomas que las causas. Es una de las preocupaciones que hay con la seguridad democrática”, sostuvo el profesor Franco.
En los distintos departamentos se va sintiendo el incremento de homicidios. Por ejemplo, en el 2004 la región con mayor número de asesinatos fue Casanare, con 111 por cada 100 mil habitantes; en el 2006 fue Guaviare, con 138, superando la cifra anterior. Ya en el año 2007, Arauca ocupó la primera posición, con 167. Es decir, en 4 años, la tasa más alta por departamentos aumentó de manera significativa.
“No solo va cambiando el orden de los departamentos con tasas más altas, sino que la cifra máxima es cada vez más alta, en lugar de decrecer, como se esperaría”, enfatizó el profesor Franco. También habló de una combinación de narcotráfico, con lucha territorial entre paramilitares y guerrilleros, con el aumento de los niveles de intolerancia social y de conflictividad urbana, que puede ser la causa del aumento de los asesinatos.
Desplazamiento
Irene Vega tiene 25 años. Ahora, vive en Bogotá, después de
que presuntos grupos paramilitares asesinaran a su hermano y amenazaran con
quitarle la vida al resto de su familia. Es una desplazada que prefiere no
reconocer su condición de manera abierta, pues teme que la estigmaticen.
El desplazamiento es un fenómeno subregistrado en el país, según el profesor Franco, bien sea porque muchos desplazados no reconocen su condición, debido al peligro, a la exclusión o a los estereotipos.
Vega es solo una de los casi 4 millones de desplazados que hubo en el país, entre 1985 y el 2007, lo que constituye casi el 10% de la población. Cifras como estas hacen que Colombia sea el país con más desplazados en el mundo.
En el 2003 hubo una reducción significativa del desplazamiento, por la desmovilización de varios grupos paramilitares, pues se pasó de 412 mil en 2002 a 205 mil. Después, comenzó nuevamente a incrementarse.
En el 2006 se registraron 221 mil desplazamientos. De manera alarmante, en el 2007, aumentó a 305 mil. “Eso quiere decir que el desplazamiento se está volviendo a incrementar en el país, pues la cifra es equivalente a 836 desplazados diarios. Una cantidad excesiva”, explicó el director de la investigación.
Lo peor, de acuerdo con el profesor de la UN, es que los desplazados son más pobres que los pobres. “Yo me atrevería a decir que son estrato menos uno. Tienen las peores condiciones de vivienda, de higiene básica, limitaciones enormes en acceso a los servicios, entre otras dificultades”.
Los desplazados no son turistas ni migrantes, como afirmó el
investigador, sino parte de una tragedia nacional que sigue viva. Las
principales víctimas son los niños y las mujeres cabeza de familia, quizá, según
el docente, porque los hombres mueren en la guerra o se quedan en ella, con
alguno de los actores armados. En cuanto a los ancianos, varios se niegan a
salir, en general, por arraigo a la tierra.
Este aumento de la violencia en modalidades como el homicidio y el desplazamiento, sostuvo el profesor Franco, puede ser una señal de que no se está tratando el problema de fondo, sino que simplemente se está combatiendo la dificultad del momento, como cuando un paciente se toma un analgésico para calmar el dolor de un cáncer."
Este aumento de la violencia en modalidades como el homicidio y el desplazamiento, sostuvo el profesor Franco, puede ser una señal de que no se está tratando el problema de fondo, sino que simplemente se está combatiendo la dificultad del momento, como cuando un paciente se toma un analgésico para calmar el dolor de un cáncer."
http://historico.unperiodico.unal.edu.co/ediciones/116/7.html
Mientras las mismas familias y
élites gobiernen Colombiano, conserven
la propiedad privada y los privilegios de los grandes terratenientes y
empresarios, la paz en esta dolida patria,
será un perfecto sofisma, no importa los millones en publicidad que se
inviertan para hacer pensar al pueblo Colombiano y a la Comunidad internacional
que todo va por buenos pasos.
Cada vez que se asesina un
colombiano, sin importar su condición e
ideología, es Colombia la que muere. En
los lugares más ricos de Colombia, donde trabaja el pueblo, minería,
agricultura, industria, comercio, si los
que trabajan allí, viven en la pobreza, ¿a
dónde se va la plata?, ¿por qué la mayoría del pueblo colombiano es pobre, si habita uno de los territorios mejor
ubicados geopolíticamente, y con mayor riqueza y biodiversidad del mundo?, por
algo somos la democracia de América Latina más segura, porque las élites
corrompen políticamente el país con la empresa de la guerra, para disfrutar de generación en generación sus
privilegios y antes morir que cederlos, como dice Gardel?
Cambia el código laboral todo el
tiempo, para explotar más y más al
pueblo, se le contrata los primeros años de su juventud la población, y cuando
ya se le ha robado su energía y mejores años de su vida, se le deja en la calle; miremos todos los cientos de maestros que no
pasaron un examen elaborado por las universidades que le sirven ciegamente a un
estado explotador, examen que si se le hace a los maestros que llevan laborando
idóneamente varios años, no lo pasarían,
examen hecho para explotar al maestro.
Así ocurre en todos los campos de
la industria, artes y oficios, se contrata de tal manera, que el trabajador sea
usado en su mejor época para producir riqueza a las privilegiadas élites, y luego se le sustituye por las nuevas manos de obra que abunda y lograron salvarse
de la barbarie de la guerra.
Cambia el código el código penal para que se declare “confieso”,
culpable el que sabe que no tiene con qué pagar un abogado, y sabe que el abogado de oficio que le nombra el estado para su defensa, anda tan
ocupado, por todos los casos que debe llevar,
que el suyo será uno de los tantos casos perdidos.
Cárceles atiborradas como la
Bastilla en 1789, de jóvenes que por desesperación y necesidad hurtaron frente a una sociedad indiferente y
depredadora, en la que apenas si se sobrevive.
Medios de comunicación mentiroso, vendiéndole al pueblo desinformación, porque son del poder privilegiado, y solo informan su propia versión para
salvaguardar sus intereses.
Hoy los transeúntes de la Villa
de la Candelaria no se percataron que
antes de cubrir las sobras su valle,
cientos de aves migratorias seguían las rutas del sur al norte, cansadas,
pero sublimes, verdaderas bailarinas del cielo,
en grupos para soportar la dura jornada, evitando rosar sus grandes moles de hormigón que
empezaban verter sus luces a través de los cristales, esquivaban las humaredas
provenientes de los incendios de las reservas forestales que ardían en las laderas, generadas por un prolongado verano, contrario a lo
que venía ocurriendo en España, con las recientes olas de invierno.
Quizás
todo ello para darle poder a la reciente encíclica titulada “Laudato Si’ (Alabado seas), en la
que el papa argentino Francisco (evocación de San Francisco de Asís) reflexiona
sobre la creación y el cuidado del medio ambiente.
Cambiar los hábitos consumistas
depredadores de una sociedad insaciable, con grandes vacíos emocionales, fundamentada en el plástico y en lo
desechable, situación que es en parte la que está generando el calentamiento
global, y la perdida de muchas especies, acelerando el estrés y la violencia; resulta tan difícil, como cambiar
la guerra por la paz en Colombia; pero por las grandes ideas, es que se han empezado a generar los grandes
cambios sociales, ¿quiénes son nuestros filósofos del siglo XIX, y qué dicen sobre los temas que ahora han
disparado la guerra y suicidios?
A lo lejos, una de las ventanas de un edificio de la
misma compañía que vio crecer y derrumbarse a Space, el 23 de septiembre de 2014, como a las Torres Gemelas el 11 de septiembre
del 2001, iluminaba a lo lejos,
esa misma hendija que debe abrirse, para
que al menos, las actuales generaciones,
después de más de 88 años de guerra,
puedan beber un café colombiano, dándose
las manos, porque la burocracia, los industriales , las élites
y la burguesía colombiana, cambiaron por
fin el código civil, que redactó el
Maestro del Libertador, Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar
Palacios Ponte y Blanco, conocido como Simón Bolívar, Don Andrés Bello, y decidieron
ceder sus privilegios, dejando de atacar con sus ejércitos, para permitirle a su pueblo conocer la paz
antes de morir, aunque para Mao Tse-tung esto sería utópico e ingenuo.
Por fin se acepta a nivel de los
grandes estamentos gubernamentales, que somos tres Colombias, una pequeña, constituida por los ricos que viven en la opulencia por la explotación del pueblo, han heredado el
poder y con las armas del paramilitarismo, defienden sus propiedades que están
custodiadas por la armada naval, el ejército y el paramilitarismo; una mediana, que es la que medio puede acceder
a servicios públicos y especialmente, a vigilancia policial; y el resto de la población, en el campo y lugares aislados, espera en la soledad y miseria, un nuevo atentado, que los desplace a una ciudad, donde serán invisibilizados, habitando
en zona de riesgo, esperando que
el paramilitarismo, o las fuerzas de la
naturaleza, en los crudos
inviernos, no borren su historia.
Bien lo decía la reciente socióloga de la
universidad de Antioquia, María Teresa Uribe, que el origen de todo colombiano
es el desplazamiento. Quien no conoce su historia terminará cometiendo los
mismos errores.
“Reunidos en el II Foro por la
Paz de Colombia: 120 organizaciones y movimientos sociales y políticos, más de
800 ciudanados/as latinoamericanos/as, exiliados/as de la hermana Colombia,
académicos/as e intelectuales, artistas, parlamentarios/as, luchadores/as
sociales y populares, trabajadores/as urbanos, campesinos/as, indígenas,
afrodescendientes, mujeres, comunidad LGBTI, jóvenes y estudiantes, de
Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, Chile, México, Paraguay, País Vasco,
Uruguay y Venezuela, declaramos unánimemente nuestro compromiso con la vida y la
democracia, valores que esperamos superen los desastres de la guerra y la
muerte.”
Bibliografía
http://www.alianzaverde.org.co/SaladePrensa/Noticias/TabId/159/PID/818/mcat/819/ev/1/TagID/5/Default.aspx?TagName=%C3%81ngel
https://prezi.com/1mtrq7r0snkg/decada-perdida-de-los-anos-80s-en-colombia/
http://www.elpais.com.co/elpais/judicial/noticias/hija-simon-trinidad-murio-en-bombardeo-militar
http://www.vanguardia.com/historico/76348-hija-de-simon-trinidad-podria-estar-entre-guerrileros-muertos-en-putumayo
http://www.ccgediciones.com/Sala_de_Estar/Biografias/Cervantes.htm
Anexo
"Colombia pierde atractivo para las aves migratorias
La destrucción de hábitats, la
cacería y la contaminación se han convertido en amenazas para los que llegan
desde Estados Unidos, Canadá, Argentina y Chile cada año.
Cada año, cuando en Estados Unidos, Canadá, Chile
y Argentina empieza a golpear el invierno, cientos de especies de aves dejan sus
hábitats y, contra viento y otras inclemencias, emprenden vuelo hacia tierras
cálidas, hacia Colombia.
En pocas semanas, aves de tan sólo unos gramos
atraviesan el Atlántico y el Pacífico hasta la Sierra Nevada de Santa Marta, el
norte de Chocó y la costa Caribe. Después buscan lugares de alimentación y
descanso en el centro y sur del país, muchos en la sabana de Bogotá y la región
amazónica.
Según la Guía de las Especies Migratorias de la
Biodiversidad en Colombia, publicado en diciembre del año pasado por el
Ministerio del medio Ambiente y la WWF, las migraciones de aves constituyen una
de las adaptaciones más sorprendentes en el reino animal. En Colombia han sido
identificadas 549 especies migratorias, de las cuales el 50%, unas 275,
corresponden a aves. Este total es apenas un estimativo preliminar, pues para la
mayoría no se posee información sobre su estado de residencia en el país.
Entre las aves migratorias, cerca de 154 especies
vienen del noroccidente, centro u oriente de Norteamérica, 23 llegan del sur de
Suramérica, principalmente a la Amazonia colombiana, y 25 son aves marinas que
viajan extensamente, en muchos casos sin tocar la costa.
En el grupo de especies de aves que pueden
considerarse como migratorias, en hay un total de 48 familias, siendo las
reinitas, los atrapamoscas y los playeros, los grupos con mayor número de
especies seguido por los y las gaviotas y gaviotines.
Sin embargo, los hábitats usados por aves
playeras, chorlitos, garzas y patos, están siendo altamente intervenidos por
construcciones portuarias y urbanas, desarrollos turísticos, expansiones
agrícolas, entre otras intervenciones, que han reducido e incluso desaparecido
algunas playas, esteros, lagunas y humedales importantes como zonas de
alimentación y descanso de estas especies. Algunas rapaces migratorias dependen
de zonas boscosas para buscar alimento o descansar. De igual forma, aves
paseriformes como zorzales, reinitas, atrapamoscas y verderones, y las
falconiformes migratorias, son afectadas por la deforestación y la consecuente
destrucción de sus hábitats.
De otro lado, el uso no regulado de pesticidas y
herbicidas es amplio y contamina aguas y suelos, lo cual, a su vez, genera
efectos negativos sobre la biología reproductiva de aves. Aunque el uso de
plaguicidas no es frecuente en los bosques tropicales en Latinoamérica, sí es
constante y excesivo en zonas aledañas, afectando a aquellas especies que
interactúan en estos hábitats o que habitan en zonas agrícolas, principalmente a
playeras, rapaces, patos y especies asociadas a hábitats acuáticos, donde
generalmente son descargados todos los compuestos tóxicos derivados de procesos
productivos.
La cacería indiscriminada provoca igualmente la
reducción a gran escala de las especies; esto incluye patos, playeros y palomas.
Las rapaces se ven afectadas en dos sentidos: la disminución de sus presas y la
eliminación directa de ellas mismas. En Colombia, los dueños de granjas
piscícolas matan águilas pescadoras, pues consideran que menoscaban
significativamente la producción de estos sistemas. En algunas regiones, como
por ejemplo en el Cañón del Río Combeima, en el Tolima, es frecuente la cacería
de rapaces migratorias durante la primavera, fomentada por la creencia popular
en las propiedades medicinales de estas aves.
Luis Miguel Rengifo, quien dirige un importante
proyecto denominado Libro Rojo de las Aves para determinar amenazas de estas
especies, dice que muchas aves que llegan a ciudades principales como Bogotá,
Medellín y Cali suelen chocarse contar edificios con fachada de espejos y el
golpe en sus cráneos produce muchas muertes.
La desaparición o alteración del hábitat hacer
que la cadena de rutas deje de funcionar y una parte significativa de la
población desaparezca, al no poder completar su hábitat tradicional.
De las 275 especies identificadas como
migratorias para Colombia, 10 están en alguna de las categorías de amenaza a
nivel global y dos de ellas, en categoría de En Peligro Crítico De otro lado, se
estima que 14 de las especies de aves consideradas migratorias en Colombia están
amenazadas a nivel nacional Entre estas cabe resaltar tres especies en estado
crítico: el petrel, la Amazilia castaneiventris y el vencejo.
Algo más, según Luis Fernando Castillo, director
de la organización Calidris, para la protección de aves, la conmemoración del
Día Internacional de las Aves Migratorias es importante para promover la
protección de estas especies, sobre todo para generar conciencia de la
importancia de generar conocimiento al respecto, ya que según dice: “aunque en
los últimos 20 años hemos empezado a mejorar el conocimiento que tenemos sobre
esas especies, sabemos muy poco sobre qué hacen, cómo interactúan con otras aves
y de qué se alimentan.
La buena noticia parece ser que el Ministerio de
Ambiente y WWF Colombia suscribieron un convenio de cooperación para trabajar en
la formulación participativa de un Plan Nacional de las especies migratorias que
ya produjo una importante guía. Asimismo, la Asociación Calidris está liderando
el Plan Nacional para la Conservación de Playeras y una Red de Monitoreo de Aves
Migratorias en colaboración con la Asociación Colombiana Red de Reservas
Naturales de la Sociedad Civil (Resnatur). Loretta Rosselli y Gary Stiles, dos
ornitólogos de la Universidad Nacional, también llevan a cabo procesos
interesantes de conteo de aves que permitirían aportar más información al
respecto y determinar mejores medidas para protegerlas.
Por: Redacción Vivir"
http://www.cipa.com.co/390-colombia-pierde-atractivo-para-las-aves-migratorias.html