domingo, 10 de mayo de 2015

Mamá

Abriendo espacios,
siempre creando,
haciendo milagros,
con amor,  su nido,
su madeja, van hilando.

La Santa, la mártir,
la más bella con los años,
heroína sin trofeo ni monumento,
en alta mar,  batiendo su mástil,
conduciendo su gran tesoro al mejor puerto.

Siempre le veréis abnegada;
en la cocina, en la alcoba, en toda la casa,
trabajando;  con esmero a todos cuidando,
al hijo, al esposo,  desde la madrugada;
aunque a veces de ella nos vamos olvidando.

¿Quién es ese angelical ser, que siempre está allí;
esperándonos,  cuando nos vamos retardando,
y aunque vengan de sus tiernos labios,
un millón de regaños, toda una vida
con más fuerza,  le seguiremos amando?

¿Quién es ese ser,  sino Mamá?
la que corre de allí para acá,
a la que siempre,
nuestros secretos queremos contar,
a la que nunca, pase lo que pase,
podremos olvidar.


Para  las mamás viejas  y modernas,
para las  cenicientas  y empresarias,
para todas ellas...  las flores más bellas,
porque nos han llenado de palabras sabias,

porque nos han plantado en esta fértil tierra.