Cuando te acercas y me miras y me tratas de hablar,
aunque no me critiques,
ya no te quiero ver ni escuchar más,
¡perdóname!
los dos sabemos que esto algún día pasará.
DECÁLOGO DE UN ADOLESCENTE TRISTEMENTE
ABURRIDO
1. No te acerques cuando estoy rabioso y triste,
no te quiero dar explicaciones, y menos que
me critiques,
que me mandes a estudiar, a trabajar o a
descansar.
2. Quiero estar solo, no te acerques, para
que en mi alcoba
recostado en mi almohada, pueda desahogar
esto que siento tan dentro en soledad.
3. No te entrometas en mi vida, en mis
cosas,
entiende que hoy para mí la vida, ya no es hermosa.
4. Permíteme salir a caminar, no ates mis
pies a esta casa,
a esta pieza, a esta sala, deja que por hoy,
eche mis alas a volar.
5. ¿Por qué esculcas mi maleta, mis cosas, mi
ropa?,
¿acaso no entiendes que hoy camino con el
corazón cargado de desilusión,
y el
alma rota de amor?
6. Por un momento déjame de mirar, con
ganas de criticar o preguntar,
seguro que en nada malo ando, para que te
dejes de preocupar.
7. Si hoy no me quise levantar, si no me
quise bañar, desayunar y almorzar, si me encerré sin comer, si no te quise ayudar, si no quiero hacer
nada, si no me cepillé ni peiné, si me
pegué con goma del computador, no te desesperes, no empieces con la cantaleta o
el sermón, para mañana mi apetito será mejor y podrás descansar.
8. Déjame vestir y ser como se me antoje, déjame salir a pasea,
a jugar, a compartir la amistad, tengo claro, ¡ya lo sabes!, quién me ha de
perjudicar.
9. No te alejes ni te vayas, porque aunque
me desespero si estar cerca, me siento
morir cuando te alejas.
10. Espero que me entiendas, y perdones lo que siento cuando estoy aburrido
y te acercas y me miras y me tratas de hablar, discúlpame los dos sabemos que
algún día esto pasará.
¡Solo por hoy, déjame respirar en santa paz!
Esto lo escribí para ti, para que entiendas
que es sufrir, para que por favor me dejes a solas mis penas vivir, recuerda
que este dolor, ¡por mucho que quieras!, este mi dolor, ¡jamás lo podrás sentir, y menos compartir!, y si me disculpas, por favor te alejas por unos instantes, por
muchos instantes de aquí, quizás así
pueda sacarme el taco que anuda mi garganta y ya no me deja vivir.