Tu llama fusionando tu cuerpo en mi cuerpo,
haciéndonos un solo cuerpo, en el reloj de su propio concierto, tu cadencia
siguiendo la cadencia de músculo y hueso, tu
oasis alimentando mi sediento, mi
ardiente, desierto.
Encuentro primaveral, que al árbol hace retoñar, floral, fructificar,
polinizar, hasta hacer sus sueños volar, éxtasis de amor, donde uno más uno no
son dos.
ARDIENTE
DESIERTO
Si te veo
no
te escucho,
si te escucho
no te veo.
Si te veo y te escucho,
no te entiendo.
Por favor
regálame un momento,
de tu propio tiempo,
de mi propio tiempo,
ese será el encuentro
de tu alma en mi cuerpo.
Calor que al hierro va moldeando
fuego que al dulce va enterneciendo
llama que al hielo va derritiendo,
tu llama desliendo,
fusionando mi cuerpo
en tu cuerpo,
gota vital del destiento
¡un solo cuerpo!
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