Apagar
el calor del nido cuando la fuerza del amor se ha extendido cada vez más, es
encender la mecha que nunca se podrá olvidar,
porque en su intento, nos hará
quemar.
CAPRICHO O TERQUEDAD
Agua fresca que
calmas mi sed
que con ansias mi ser
te reclama
brisa veraniega,
habrá un después?
Sensiblemente te
presiento
en la lejanía de tus
pasos
tu mirada con fuerza
la siento.
Los lugares
recorridos
son nidos tibios
recreando lo vivido.
Tu voz hecha un himno
de explendor
el viento me la
devuelve
con celestial
murmullo de amor.
Suavemente mis manos
serpentean la cubierta
haciendo cercano lo
lejano.
No, no, no, no... iNo!
necesito tus palabras
para poderte olvidar.
Si, si , si, si...iSi!
necesito tu presencia
para amarte una
eternidad.
Acaso será capricho,
terquedad
rebeldía, veleidad o ansiedad
pero, ¡cada día te
necesito más!