jueves, 2 de febrero de 2012

PIES, SÓLO PIES...

PIES, SÓLO PIES...

 
Pies, sólo pies, para recorrer el mundo, navegarlo, acariciarlo y besarlo, aunque por capricho o poder, algunos hayan decidido este santuario de vida profanar, cuando la riqueza ha empezado a escasear.

Pies inquietos que vienen y van, al que el misterio de su propia esencia, ha constituido como el motor de su propia existencia.

PIES
Pies cansados,
que navegáis tormentosos océanos,
que te perdéis en el infinito tiempo del olvido,
conquistando continentes y planetas,
donde la esperanza ha recibido respuesta.

Huellas de tiempo sin memoria,
cometa que viaja, donde tu huella divaga,
pies pequeños,
cuidados como cristalinos manantiales,
por manos maternales,
que con larga mirada te siguen,
cuando un día, sin nada decir,
de su tierno nido, decides partir.

Pies de guerrero y conquistador,
que a la tierra habéis arrancado su verdor,
cobijándola con finos y elaborados
tejidos de asfalto y el hormigón.

Pies sólo pies, planta y talón,
estructura ergonómica perfecta,
equilibrio y razón,
únicas raíces móviles,
que se siembran y arrancan,
y a todo espacio se adaptan.

Golondrinas de invierno y verano,
que el infinito navegan,
que huis de la quietud,
porque consideráis que es una forma
de empezar a morir,
o perder juventud.

Magia perfecta de fibra,
músculo, hueso y potencia,
donde en cada espacio de la vida
has dejado tu ciencia.

¿A dónde tus pasos hoy te llevarán,
cuando los sistemas y modelos
 han empezado a colapsar?.