Se había
dicho que el petróleo se acabaría en este siglo
XXI, y ya nos está tocando asistir a la guerra encarnizada de los países
disfrazando los motivos de la guerra con problemas fronterizos, pero lo que se
juega es el combustible, de hecho las guerras se mueven por combustible; la
primera guerra que libró la humanidad fue por el fuego, combustible vital para
sobrevivir y ahora como si los millones de años que nos separaba del Neandertal
nos juntara, la guerra sigue siendo igual, por la combustión, por el oro negro;
lo que es vital siempre lo será, en
tanto no se cree su sustituto.