domingo, 1 de marzo de 2020

La flor de la curuba






Delicada en sus capullos,
inolvidable en su fragancia,
prodiga dulzura en su fruto,
todo reunido en
la flor de la curuba.

Grande en sus ventanales,
majestuosa en sus macetas,
millones de pétalos
de colorida paleta,
alimentando el colibrí,
a la abeja, avispa,
a la desprevenida mariposa
y a las miradas
que se han quedan atrapadas en ellas.

¿Qué mano las cuida?
¿Qué mano las ha he hecho florecer hasta el cansancio?
¿Qué mano habita esta casa
que ha inundado
a la entrañable Santa Rosa de Osos
de tan inolvidable fragancia?