viernes, 4 de diciembre de 2015

Preludio de libertad

La vida paseaba serena,
era  el suspiro
profundo de la tierra.

Se sentía el galope
susurrante de la vida,
en el alma de su gente.

Pastaban la vaca y el caballo,
el arroyo  marchaba cadencioso,
cuesta arriba, cuesta abajo.

El reloj perdió un puntero,
los números se le cayeron,
antes de llegar el invierno.

El asno abandonó el potrero
la alambrada al suelo cayó,
se hizo realidad su deseo.