Medellín la ciudad que acoge,
el centro que acompaña,
la gente que pasa,
es la ciudad que amaña.
Cada instante que transcurre,
cada minuto,
cada mirada,
es la Medellín vibrante
que recupera la calma.
Una ciudad que envejece
al ritmo de su gente,
que trabaja sin descanso
asegurando el presente.
El Centro, la ciudad,
un regalo para el turista,
el edén paisa de esta Colombia,
manjar de dioses con suave brisa.