sábado, 4 de enero de 2014

Incendio en Coltejer

Coltejer esa empresa que construyó su símbolo en el céntrico  sector de la ciudad de Medellín, tras la demolición del teatro Junín;  la misma que erigió su emblemático letrero alumbrado en los cerros de Medellín,  iluminando desde cualquier sector de la ciudad con su logo “Coltejer”, y resonando en el eco del inconsciente colectivo “La tela de los hilo perfectos”, siendo una de las empresas más pujantes de Antioquia, cuando Medellín era la ciudad de las flores, de la eterna primavera, la ciudad industrial, la ciudad limpia y bella sin combos, sin tanta delincuencia, sin narcotráfico, sin los desplazados del paramilitarismo, sin corrupción, con contratos verbales, porque la palabra era la que se empeñaba y respetaba; esas pujantes, Coltejer, así como Fureza, donde quedará un parque lineal, esa poderosa empresas daba alegría y bienestar a todos los que habían abandonados sus pueblos y campos atraídos por la feroz locomotora de la industrialización que abría las puertas al uso de sofisticados electrodomésticos, a la televisión, al transistor, a los enlatados y procesados, a la planificación familiar, a una vida más higiénica que tocaba desde el atuendo,   hasta los detalles más refinados de la vida intima.

 Época  que llevaba dinero femenino a los hogares, a través de la mujer y el niño trabajador, la emergente clase obrera;  época que pregonaba y publicitaba la vida cómoda de la posguerra, de la guerra fría, del enfrentamiento de los dueñas del mundo, Rusia y la URSS. (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas), del hipismo, de la protesta, del comunismo, de las guerras de Vietnam, Corea, Malvinas, de la legalización de la marihuana, de la entrada de la energía eléctrica a los hogares y del psicoanálisis.

La familia Echavarría Isaza, con Alejandro, nacido en Barbosa en 1859 y fallecido en Medellín en 1928,  todo un filántropo,  que lideraba la empresa coltejer, haciéndola la empresa más pujante y grande de la ciudad. Su ahora extensa construcción amurallada que ocupa las puertas de entrada al municipio de Itagüí,  recuerda de los tiempos de oro de Medellín, en esa época  no existía razón alguna para  meterse a exponer la vida y la familia traficando con drogas, porque había empleo para todos, porque se implementó el modelo del  proteccionismo económico, el cual  evitaba que el contrabando lesionase el mercado nacional.

Cuando empezó  la crisis económica,  porque las maquinas se hicieron obsoletas y el mercado fue inundado con la fiebre de la apertura económica;  inicialmente, colapsaron las microempresas,  para luego derrumbarse las grandes empresas de las que sacaba su sustento el pueblo paisa.

El pasado miércoles 1 de enero, inaugurando el 2014, las bodegas que Coltejer vendió a otras empresas se incendiaron, la bodega incendiada fue de AKT de motocicletas, se salvaron mil motos y se incendiaron 400, las bodegas de Chevignon, Bimbo, Rifle no fueron afectadas,  los bomberos de los municipios del área metropolitana del valle de Aburra, entre ellos, Medellín, estación Guayabal, la Estrella, Sabaneta y Envigado contribuyeron a que el fuego no se extendiera, dado que cerca quedan dos estaciones de gasolina, es sabido que cuando las llamas tocan la gasolina,  ésta explota como una bola de fuego,  y viaja consumiendo con sus llamas lo que encuentra a su paso.

El Municipio de Bello no colaboró porque solo posee dos máquinas para la emergencia, arguyendo que no podía dejar solo su municipio,  además se necesitaba autorización administrativa y petición del municipio afectado. Caldas estuvo dispuesta a colaborar si le pedían ayuda, igualmente estaban atendiendo un  incendio en zona administrativa de Amagá. Para que helicópteros de las fuerzas armadas contribuyeran desde el aire a extinguir las llamas se requería tramitología y autorización de altos mandos.

El sector afectado por la gran conflagración huele a caucho quemad,  mayoritariamente el material con el que se elaboran las motos, que el personal correspondiente pueda  ingresar aún para determinar las pérdidas,  que fueron cuantiosas.

 Fuera,  en la noche,  está rondando aún asustado,  el gato negro que moraba y cuidaba el sector,  sin recibir atención por el estrés al que estuvo expuesto.  No es raro que muchas empresas cuenten con su mascota felina, la cual abandonada en las calles,  trepa las rejas de las cercas y busca abrigo en la nobleza de obreros y celadores que comparten sus sentimientos de ternura y merienda con los desvalidos, aliviando el frío y la soledad de sus extensas jornadas laborales, con estas mascotas, que lucen aceitosas cuando son de talleres de mecánica, al parecer,  sus manchas simulan el overol de sus amos.

Es de esperase que se investigue si realmente,  fue un globo el que generó tan fuerte incendio, no sé,  si haya personal investigativo en criminalística,  con pericia para determinar las situaciones que generan los incendios en la ciudad, especialmente a fin de año y cuando empieza a caer a noche,  como en el evento precitado.

el lugar  donde se registro el incendio, desde el exterior,  es un bunque,  murallas lentísimas, medievales,  con techos totalmente cubiertos, con teja;  por el único espacio que se filtra la luz,  es a través de tejas plásticas ubicadas en lugares espaciados de los tejados. Para que un globo queme una teja de estas, es situación que debe investigarse, porque si es por el único espacio, según lo observado, por el que pudieron entrar las llamas, y caer a más de 200 metros aproximadamente.

Si se establece que esta fue la causa del incendio, deberían de cambiarse por cristal, estas entradas de luz,  para evitar riesgos futuros, ya en otra navidad cercana a estos hechos,  se quemaron las bodegas de almacenes Éxito de la misma municipalidad y cercana al lugar de los hechos.

La empresa Coltejer no sufrió,  por fortuna,  ninguna consecuencia por el fuego, de hecho lentamente Coltejer acorta su espacio físico, cerró su fábrica Rosellón, donde en la década de los noventa,  un derrumbe sepultó parte de su empresa y trabajadores, por el terreno aluvial,   la playa de la quebrada Ayurá,  donde se edificó;  actualmente  sin respetar la zona del derrumbe se erigen imponentes edificios que engrosan las urbanizaciones de Camino Verde, con tala de los Pinos que se sembraron después de la catástrofe para darle firmeza al suelo arcilloso y freático. Actualmente donde estuvo la fábrica de Rosellón, sólo quedan vestigios de metal oxidado del poder de las máquinas y en su lugar se han ubicado,  la sede de la empresa de confecciones Tennis y la universidad de Envigado.

Algunos comentaristas de la tragedia del derrumbe de la fábrica de Rosellón manifiestan que “Hace varios años en este mismo bosque se presentó un derrumbe,  el cual sepultó varios salones de la fábrica Rosellón con personas en su interior; el derrumbe se extendió hasta la cancha que allí existía y que hoy en día se construye la urbanización Montepinar.

En la construcción de la urbanización Montepinar, futura Ciudadela de 12 Bloques de apartamento y futura vía de acceso a la Loma de las Brujas se han talado más de 150 Árboles de diferentes especies.
Han acabado con la vida animal que allí existía ( Guacamayas, Ardillas, Pájaros, entre otros).

Por lo expuesto anteriormente,  nos mostramos en total desacuerdo con la tala indiscriminada y la posible construcción de La Hacienda del Monte y Futura Vía que dará acceso la Loma de las Brujas”.

 A pesar de este comentario,  allí reposan los edificios,  y el morro del barrio el Jesús de la Buena Esperanza,   del frente erosionándose, porque la quebrada Ayurá, sólo se canalizó para el costado de las urbanizaciones;  en el costado contrario,  no se hizo nada; lo que implica que la quebrada está recuperando su cauce,  invadiendo el terreno contrario a los grandes edificios, hasta el punto que se tuvo que retirar los tanques de abastecimiento de agua; peor aún,  se permitió construir en el terreno erosionado, en el que otrora murió electrocutado u menor y su madre quedó invalida, ahora se levantan en el mismo suelo inestable por falla geológica,  tres pesados pisos, la vía se hunde, las barrancas se vienen, pero planeación municipal y la alcaldía siguen permitiendo las construcciones, porque de seguro frente a damnificados y victimas no hay demandas, son personas de estrato 1, de bajos recursos, sin asesoría jurídica, sin que nadie les escuche,  del barrio el Salado,  el Socorro, Chinguí  el Vallano y la Miel,  Arenales; ó en el mejor de los casos, si se han llegado a presentar estas demandas, los  tribunales y jueces,  protegen a esta administración de linajes con patriarcas de familias tradicionales en el poder, aún persiste en la política el gamonalismo y los cacicazgos y si no,  como explicar este estado de cosas, especialmente en Envigado municipio por excelencia educado, religioso, escrupuloso en sus principios, en el que ha penetrado la llama del narcotráfico y las bacrin, la narcopolítica, (el jefe de la cárcel de la Catedral,  se suicidó,  una vez Pablo Escobar se escapó de prisión; en la clínica Santa  Gertrudis (Seguro Social)  de envigado,  no le pudieron salvar.

Aunque la población afrodescendiente no ha podido hacer morada en este lugar de barrios tradicionales,  de viviendas antiguas unifamiliares, acordonado en la  periferia por grandes edificios; viendo ceder al urbanismo la casa de la familia del artista, pintor y escultor Rojas, del Gran filósofo de Mi Simón Bolívar, Fernando Gonzalez, en su Otra Parte, de la gran pintora discípula de Pedro Nel Gómez, Débora Arango, a la que le han erigido la más moderna biblioteca, con su parque lineal y su espacio verde para el descanso y el amor, que cambia de escenario según la hora del día o la noche.

Volviendo a Coltejer,  con su sede de Rosellón, sólo un negocio que ya cerró sus puertas,  traía reminiscencia de lo que fue la pujanza en confecciones y textiles de Medellín, “Mi viejo Rosellón”. En las amplias entradas de la antigua fábrica,  ya no se ubican los venteros de frutas y mantequillosos aguacates,  a  los cuales acudían los cansados obreros a comprarles, para contemplar sus esposas y a sus numerosos hijos;  porque la fábrica en el tiempo de los Echavarría, tenía como política,  que los hijos de los trabajadores les reemplazaban cuando crecían, les regalaban aguinaldos, celebraban la navidad con dulces festejos, les tenían escuelas de calidad, médico, odontólogo, psicólogo, restaurante, buses, comisariato, y demás gabelas, todo y más,  para que sus obreros amaran y se apegaran a la empresa, ese mundo maravilloso se acabó, cuando vino el recorte, la huelga y … cuando se dio en arriendo la empresa, con el advenimiento del  TLC, Tratado de Libre Comercio,  ahora ronda la periferia de Coltejer-  Sedeco en el municipio de  Itagüí las urbanizaciones, los grandes edificios, ¿será que con  el tiempo,  lo poco que queda de Coltejer, se convertirá en  otro Camino Verde, más y más edificios;  no, no puede ser,  que algo tan propio en la historia de la ciudad, tan grande desde 1903, antes de iniciarse la primera guerra mundial, pueda perderse por la globalización y “La ciudad más innovadora del mundo”.  Alguien dijo que”lo que construyen los padres,  lo abajaban los hijos”,  perdimos el teatro Junín, no podemos perder a Coltejer; veamos un breve recorrido de su historia:

La Compañía Colombiana de Tejidos S.A COLTEJER, fue fundada en 1907, Coltejer señala el comienzo de una época propicia para la incursión de la industria textil en el país. En la actualidad la compañía procesa anualmente 30.000 toneladas de fibra (algodón, poliéster, lino y nylon) en 186.776 husos y produce 100 millones de metros cuadrados de tela en 1.305 telares.

En cuanto al su edificio emblemático en el centro de la ciudad de Medellín,  se puede indicar que el Edificio Coltejer (o Centro Coltejer) es el edificio más alto de la ciudad de Medellín, y uno de los más altos de Colombia. Fue construido sobre el antiguo teatro Junín y el hotel Europa, empezando en 1968 terminando cuatro años después, en 1972, convirtiéndose hasta 1977 en el edificio más alto del país, cuando el Centro de Comercio Internacional, lo superó en altura.

Uno de sus ingenieros de obra,  fue el arquitecto y empresario, el doctor Raúl Fajardo Moreno, recientemente fallecido (2012),  padre del actual gobernador de Antioquia, Sergio Fajardo Valderrama.
En cuanto a las ventas netas de la empresa Coltejer en el año 2012, ha de indicarse que fueron de $211.193 millones, un índice bajo comparadas con el 2011 en las que obtuvieron $251.185 millones. Por su parte, los ingresos totales de en el mismo período, incluidos otros ingresos, fueron $217.624 millones, cuando el año anterior fueron $254.933 millones.

La Compañía tuvo una pérdida operacional de $23.593 millones, mientras que el año anterior la pérdida operacional fue de $6.166 millones.
Durante el ejercicio, las pérdidas netas de Coltejer fueron de $ 52.943 millones. En el 2011 se había presentado una pérdida neta de $3.205 millones. Las pérdidas del año se deben básicamente a la disminución de las ventas y al aumento en los precios de las materias primas. La competencia con los productos importados especialmente de Asia, China, con bajos precios, rebaja la demanda y tiene impacto en su presupuesto, algunos trabajadores antiguos,  temen el recorte de personal y argumentan que la empresa debe muchos impuestos,  pero que aún tiene forma de sostenerse en el mercado y la competencia.  El trabajador se apega a la empresa, presenta gran sentido de pertenencia por ésta;   muchos de ellos se sienten  orgullosos de tener sus padres de 80 años jubilados de la empresa.

En la historia de la empresa,  cabe señalar que La compañía Colombiana de Tejidos S.A., Coltejer, fue fundada por Alejandro Echavarría el 22 de octubre de 1907, con mil pesos oro, cuatro telares y doce hombres.

Desde entonces, el crecimiento y el afán por diversificarse en la producción de nuevas referencias en telas e hilazas, se constituye en un reto, que años más tarde la lleva a posicionarse como la empresa textil líder en Colombia y la primera de América Latina.

Siete años más tarde, el aporte de capital permite a la empresa hacer frente a nuevas necesidades al completar 130 telares manuales y un equipo de máquinas circulares para tejido de punto y tintorería.

Durante los años veinte, llegan al país los primeros telares automáticos accionados con electricidad y Coltejer compite en el mercado con tres textileras mßs. Aunque afectada por la recesión de los años treinta, la compañía inicia en ésta década el proceso de estampación y modernizan los procesos de acabados, noticia bien recibida por los consumidores, con lo cual fue posible ofrecer géneros blancos aprestados para camisería de hombre, famosos por su acabado inglés y su reconocido brillo de algodón mercerizado.

Durante la década de los años cuarenta y cincuenta la compañía vive una de las etapas más decisivas, caracterizada por su expansión y consolidación. Así lo confirman la compra de las fábricas Rosellón en 1942, Sedeco en 1944, y Medias Fatesa (hoy Coltepunto) en 1950, como también la construcción y puesta en marcha de la Planta de Acabados en 1953, la adquisición de Textiles.

Hoy,  y siempre...,  se escapará de las llamas del progreso, del capricho, la moda,  la razón, la sinrazón y la globalización: 

COLTEJER, la empresa antioqueña que desde 1903 hace la “LA TELA DE LOS HILOS PERFECTOS” tipo exportación.

Bibliografía