jueves, 29 de agosto de 2013

Aún estoy viva

Aún estoy viva,
porque
siento hambre,
porque me lleno de llanto
cuando
el enigma de la belleza o el dolor 
empujan las puertas de mi corazón.
 
Cuando siento que mi mayor presidio
es este cuerpo,

cubierto de trapos y harapos,

cuando la daga fulminante,

del intruso sin permiso,

hurga en las entrañas de mi deseo,

de mis harapos,

aquello que he hecho lejano,

por ser lo único que he podido intentar

proteger en este mundo

artificiosamente vano,

acreditado en las argucias

de la falsedad y el engaño.

Aún estoy viva

porque aún digo no

cuando me apetece,

y me deleito en la soledad.

 
Porque los niños me enternecen,

los adolescentes me sorprenden,

y en el discurso de los ancianos, encuentro

algo misteriosamente cercano.


Aún estoy viva,

porque he aprendido a digerir el alimento

desde fuera y desde dentro,

porque he aprendido a escoger

mi mejor alimento,

mis pensamientos hechos sentimiento.



 








 
 
 

lunes, 19 de agosto de 2013

Déjame buscarte

Déjame buscarte,
deja tu aroma,
envuelto en el rocío,
seguiré tu huella
hasta alcanzar el infinito.

Déjame buscarte,
siguiendo tú recuerdo,
en los pliegues de esta tierra,
en el polvo,  en la arena.

Déjame buscarte,
en el ruedo de tu camisa,
en el bolsillo del pantalón,
en los hilos que unen la pretina.

En el eco de tu voz
 que navega furtiva en el aire,
en tu sonrisa,  que aún
se siente en el helado
cuando cae.

Seguiré las primaveras,
en las arenas, en el polvo,
en la luna y las estrellas;
sé que te encontraré,
en una de ellas.

En lo frio, en lo cálido,
 en el sol,  en el aire
en la lluvia cuando
 en las mañanas
como gotas de roció
 sobre mis pétalos cae.

En las flores y mariposas,
 cuando sus alas y pétalos abren,
en las semillas que suben y caen,
en las aves que desde sus nidos
cantan y vuelan por los aires.

Déjame buscarte en todo lo que arde,
en todo lo que cierra y abre,
en todo lo que hace parte de este viaje,
en lo que hace parte de tu equipaje.