LOS SECRETOS DE MEDICINA NATURAL DE DOÑA MARIELA
Mujer con 78
años, viuda cuando los 5 hijos menores tenían
menos de 8 años, nacida en el campo, 15
hijos vivos, todos sanos, normales y trabajando, 15 nietos, unos trabajando,
todos estudiando universidad y 5 tataranietos, algunos cursando exitosamente la
escuela secundaria.
Hija de un hogar de trece hijos, matrona
envigadeña, que aún se niega a comer en
la calle por considerarlo un acto de mala educación. Nacida en 1935, período
entreguerras, vivió el auge de la segunda guerra mundial, su suegro coleccionó todos los periódicos de la segunda guerra, en su retrato de matrimonio su suegro exhibía el bigote de Hitler; era la época
de fincas hasta con 20 habitaciones, se rezaba el rosario diariamente en las tardes en familia.
Apenas llegaba el
fluido eléctrico a las viviendas de tapia con suelo apisonado en tierra, los
niños morían de ataques de lombrices, sarampión, rubeola, difteria, paperas, tosferina, paludismo, diarreas, ahogados,
de mojadas acaloradas.
Generación que estudió en escuelas rurales, caminando hasta dos horas de distancia, les
correspondió la educación del reglazo, el estrujón, estudiar todo el día,
formación diaria, cantar música colombiana, paseos al campo, los aguinaldos en
navidad, los focos encendidos día y noche, el transistor, el agua y la canilla que nunca se cerraban, sanitarios con un atanor adherido al suelo y
una fosa que recibía aguas negras, el
castigo con rejos, correas, palazos, azotes, ramazos; algunos se les subía con una soga al techo y se les bajaba cuando presentían que se estaban ahogando.
En descanso o recre en la escuela quedaba tiempo para arrear el ganados, jugar al lazo y las rondas,
subirse las medias cuando cumplían
quince años, usar tacones. Donde el hijo mayor llevaba el nombre del padre, donde no faltaba la monja, el sacerdote o el maestro para dar prestigio a la familia, tiempo de la sal de Guaca, de "Marilyn Monroe, de Plaza Sésamo, de Gloria Valencia de Castaño, de la Sonora Matancera, de la Piragua de Alonso Trujillo, de la Pollera Colora", de aprenderse en la escuela las lecciones de memoria, y recibir la historia sagrada, rezar en la escuela diario y recibir la urbanidad de Carreño, donde las mujeres cocían y hacían crochet, del carriel y los santos, de la bacinilla y la ponchera metálicas, de levantar templos con la venta de empanada y rifas, rifas que se extendían a la escuela en una hoja de cuaderno, de montar en caballo, de estrenar el horno para azar panes duros, de hacer hojaldres en el horno mágico, de rellenar la cabeza de gallina con arroz, de la chinchurria y lengua rellena, de la arepa con manteca Gravetal mezclada con grasa de cerdo y aceite; aunque podía en mejores condiciones mezclase con mantequilla la Fina y el naciente salchichón con las salchichas y las enlatadas carnes frías llamadas carne de diablo; tiempo del advenimiento de la camioneta Chevrolet y los paseos familiares a los pueblos, incluyendo la subida a la Piedra del Peñol.
Época de no planificación familiar, del patriarcado, de la violencia intrafamiliar, de la madre como santa con diez o quince hijos en su hogar, asumiendo en silencio la infidelidad de su cónyuge porque no había divorcio.
Hermoso tiempo de saltar en campo con el lazo, de la chucha, el escondite, de la mora, el mortiño, el minisigüí, crispetas, los bolis y la panelita de coco, cocadas, merengues; de llevar la parva para la visita, de comprar una bolsada de mecato con un peso, incluyendo gaseosa embazada en cristal, por eso abundaban las cotadas en los pies por andar descalzos, época del centavo, cinco golosinas por cinco centavos, tiempo del juego con canicas, los trompos, los globos y las cometas, del circo y la magia, del manto en misa, del Griffin para los zapatos blancos, de los locos años sesenta y setenta, donde la Mujer llevaba el apellido del Santísimo, de la pelucas, la plataforma, la minifalda, las moñas, las cintas, el coqueteo de piropos que colmaban de orgullos y felicidad, del novio visitando el hogar, de casarse rápido, para no ser la "viata" de la familia.
Época del perro, el gato, el cerdo, las gallinas, los conejos, las palomas, el caballo, el pájaro, la vaca, todos ellos juntos en la vieja casa de campo, repleta de rosales y veraneras, aromatizado con la albahaca, la azucena y el borrachero, época de cocinar con leña y madrugar a las 4 de la mañana, época los novios, el café tostado en casa, el chocolate, la arepa, los frijoles, el tamal, del sancocho, el sudado, de las suculentas sopas hechas por mamá, del ají y el gusto por lo agridulce, de la gelatina, del "mami", de la mermelada y el postre, de hacer las arepas en casa, de pilar el maíz para la mazamorra, de las arepas gruesas y redondas, de la morcilla, el chorizo, de el chicarrón de varias patas, de las albóndigas, la empanada, el plátano, las guayabas, el banano; de subirse al árbol, mecerse como acróbata, elevar discursos inspirados, cantar y gritar antes de arrojar sus frutos y disfrutarlos con los vecinos de edad escolar, época de esperar que la gallina pusiese su huevo, de descubrir la "culecada" de diez o quince pollitos que traía del campo, cómo olvidar la gallina Pachita con semejante regalo; época de los deliciosos postres de navidad, hojuelas, manjar blanco, natilla, buñuelos, dulce caucano, vino tinto y los infaltables traídos del niño Dios.
De caminar descalzos y cortarse y chuzarse los pies, de los tropezones y machacones, cortarse con púas y quemarse en los "jogoncitos" del muñequero y luego ser curados con "Mercurio y Mertiolate, Yodo"; tiempos de correr tras un globo, del huevo de losa, de conservar la carne salada en un garabato, de saltar en las ramas como traviesos pajarillos, de pedir deseos en una fuente, de bañarse en las quebradas y ríos, de trepar a los árboles, abismos y tejados; época de la inocencia y la fantasía, del advenimiento de los grandes inventos en electrodomésticos, estrenar la lavadora, el televisor con sus canales, RTI, PONCH, la publicidad de Biosol, Dolorán, los programas de viaje a las estrellas, la nevera Phillips, el horno, la linterna, el fluido eléctrico, los tubos eléctricos para hacer hermosos rizos en el cabello, los peinados con volumen y laca, el desodorante Lander y la loción Silencio de la noche o Rosa Negra, la brillantina evocando a Rodolfo Valentino y las estrellas del rocanrol, Elvis Presley, de los matrimonios con parranda toda la noche.
La época del tuis, la minifalda, el jersei, el
terlete, el dacrón, la popelina almidonada, el paño, el vestido sastre, planchar con planchas de hierro calentadas al fuego, matrimonios de blanco bien cubierto, de velos y azucenas, de regalos a
diestra y siniestra, casarse con una
pava en la cabeza a escasos 13 0 15 años con un hombre mayor, la época de no planificación
familiar, la venida del Papa y el Presidente Kennedy a Colombia, el traído del
niño Dios, casarse sin saber que era hacer el amor, época en que el hombre devolvía
la mujer si no era virgen, época de la máquina
de escribir, de letra cursiva, de las planas de escritura, donde se enseñaba a
coser y tejer, donde el bachillerato
completo lo cursaban los más adinerados, época en que se quemaba pólvora en
navidad sin restricción, época del carro de rodillos y escalera, del Chevrolet, la Chiva, el Sinca , del porta, la coca, del perro callejero, del
vidrio y las gaseosas, del mecato y la visita, de los animales exóticos, de los discos de pasta, la radiola, tocadiscos y el piano
y la grabadora, la alcancía de cerdito o metálica, la heladería y el
salchichón, de los manantiales, de los jardines hogareños, de orquídeas,
azaleas y bifloras, del zaguán, la sala, el corredor, la tarima, la despensa, los chécheres, la beata, el cura
y la maestra, la huerta de aromáticas,
del turpial y el sinsonte, de la lora que unía al hogar, del lápiz y sacapuntas, de la mediamañana, el algo, la ciesta.
Época en que a los niños se les envolvía como
un paquete con pañales de "dulceabrigo", fijándolos con un gancho grande, época de los gitanos leyendo la suerte junto
al edificio Coltejer de Junín, del hombre caballeroso, cortés, que amaba con gallardía, que cargaba a
su amada, besándola con pasión en medio de la calle, época de sueño y fantasía, de romanísimo desmedido, época del ajuar azul o
rosado y la primera camisa bordada por mamá, época de la radionovela, de Tarazan,
de Calimán y Solín, de las radionovelas y la pasión de Cristo en películas, radio y procesiones; época de invitadas a cines y reservados, donde la caricia era miel por ser furtiva, sin el peligro del sida y pandemias actuales como el coronavirus. Época de la URSS, de
Castro, del socialismo, de los himpes, del arte, de los carabineros, de
grafitis y tatuajes, del tacón alto.
Época de las repisas repletas de medicamentos y santos porque no faltaban las infecciones como la diarrea porque el agua no era potable. Época de la comadre, el compadre y la
comadrona, de los chistes, del baile, de la reunión familiar, época de la Casa de las
dos Palmas, de la música guasca y de carrilera, de las rancheras, de María Dolores Pradera, de Los Cuyos, del Trio América, de los tangos de Gardel, de la música Colombiana, de quedarse en familia contando chistes de terror con los vecinos hasta la media noche, de la tarima en el corredor y la banqueta junto a la máquina despulpadora del café.
Tiempo para recordar el
mandado, la propina, los paseos donde los abuelos, del paseo de olla, los estrenes en Semana Santa y Navidad, de las lámparas de canutillos, época en que se
lloraba viendo la Pasión de Cristo y la María, de moñas en la cabeza, y la bota tuvo o campana, las blusas de boleros, de la música romántica,
de acostarse y levantarse con el sol, de llevar las cuentas contando con los
dedos, porque no se conocía la calculadora, solo más retarde surge la máquina de escribir, porque antes la carta de la amada la escribía su novio con tinta china y pluma de gallina; época de gaguear y temblar al leer el evangelio o salir al frente a recitar de memoria la lección o las tablas de multiplicar o escribir en el tablero de madera negro o verde con tiza blanca el abecedario, de “Coquito y Nacho”, de
gritar cuando se iba la luz, de risos y tubos, de fragancia inglesa, de tostar el café en
casa, de la piedra con los mariguaneros, del desodorante Lander, Emulsión de Scott
y Cola Granulada, "La del Tarrito Rojo" de copis publicitarios inolvidables; del jaletinero o el ventero ambulante que recorría el campo para llenarnos de alegría, cuando nos antojabamos y nuestros padres accedían al capricho.
Época de "Bombril", de usar el periódico
para la necesidad vital; el parto natural en casa con partera, de atender la dieta de la madre durante un mes, del Seguro Social, de usar trapitos para lo que
ninguna mujer se atrevía a hablar, época de enterrar los niños muertos en el
mismo solar, no sin que antes se les tomara la foto para exhibirla en la sala, cerca del corazón de Jesús, época para diseccionar
la rana viva, de llorar en pesadillas nocturnas por los cuentos de brujos y duendes, de la Machaca, de Castalia, época de
inocencia y de una tradición que mantenía unido el hogar, a pesar de la adversidad, porque todo tenia sentido, todo costaba gran sacrificio, y aunque los padres y abuelos eran dueños de grandes fincas, la pobreza, el maltrato, la violencia intrafamiliar, las carencias a todo nivel, siempre rondaron el hogar; las madres vivían estresadas, eran maquinas de tener hijos, su sexualidad había quedado frustrada, los padres igualmente eran obreros de las nacientes ciudades industriales y trabajaban duras jornadas en la fábrica y sus fincas para hacerse cargo de la dura obligación, y de cuando en cuando se la jugaban a la esposa, era allí donde el hogar se despedazaba; la mujer lentamente iba muriendo de tristeza y sobreexplotación, muchas hacían grandes viajes o rajaban leña para abortar.
Las recetas medicinales de Doña Mariela son las siguientes:
PARA CURAR LA ICTERICIA – HEPATITIS, BUENAMOSA,
ENFERMEDAD EL HÍGADO
Es una
enfermedad contagiosa que mata, sólo
este remedio la cura:
De cada una de
las siguientes harbas se toma un puñito, (lo que coja en los cuatro dedos, que
usualmente usa para tomar un objeto), los pone a hervir con un cuarto de
panela en dos litros de agua, se guarda rápido y se toma rápido, se toma a cualquier hora,
progresivamente el color amarillo de los ojos, las uñas, la piel van
desapareciendo, y la persona recupera
las salud, con esto he salvado muchas personas desahuciadas por médicos, que
sin ella ya estarían muertas.
A las hierbas se
les da una media machacada después de lavarlas, para luego ponerlas a hervir,
se consiguen en herbolarias, o donde vendan plantas medicinales, ellas son:
Cilantro de
Sabana, cilantrillo, azafrán de raíz, malva, flores de caracucho blanco, grama
blanca, carey, apio del delgado, no el
de ensaladas, perejil, asederita, diente de león, ajenjo, vendeaguja, borraja, cerraja,
dos naranjas agrias, partidas en trozos con cáscara y todo, cebada perlada, linaza, de un frasquito de ruibarbo se le echan 10
gotas. Se toma hasta recuperar la salud.
Otras medicinas para otras enfermedades:
Apio de jardín:
Para los nervios, relaja, da sueño.
Yerbabuena, para
el dolor de estómago, para los nervios, en mi época a los niños en la leche del
tetero les echaban yerbabuena.
Agotamiento: Cocinar un
pedazo de ahuyama, igual lo puede hacer con lentejas, se licua con
leche, endulza al gusto.
Para los cólicos:
Prontoalivio.
Para la
artritis, neuralgia, dolor en los pies: Se soba alcohol con un poquito de petróleo,
se soba muy bien, se coloca unas medias y a los dos o tres días está bien.
Para el dolor en
los pies, meterlos en agua caliente.
Para el azúcar en
la sangre: cápsulas de "Pasuchaca", las compra en una tienda vegetariana.
Para los
riñones: Capsulas de "Riñosan", las compran en tienda vegetariana.
Para las verrugas:
Noni, ajo, leche de papayo, cebolla.
Dolor del colón,
para calmar la diarrea que ocasiona, pastillas de "Pañetan".
Para la depresión:
bebidas de curibano, prontoalivio, yerbabuena, bebida de valeriana.
Amigdalitis: Gárgaras
de limón con sal.
Cólicos menstruales:
Bebidas de ruda, tomar un poquito de ron, el ron es bendito.
Presión alta: El
ajo.
Gripa: Bebida con dos hojas de eucalipto secas, una hoja de brevo un poquito de poleo, una
hoja de violeta de jardín, cáscaras de mandarina verde, dos hojas de
limoncillo, un pedacito de canela, dos clavos de olor, una hoja de pino pequeña, dos limones con cáscara, dos flores de saúco trozos de sábila (todas son hiervas
calientes) todo se hierve, se envasa se toma rápido, especialmente
caliente al irse a acostar, se aplica vick vaporub en la nariz , se cubre la
cabeza y al día siguiente ha exudado todo el frío que tenía en los pulmones y empieza
su recuperación.
Tomar sopas de
cebolla con ajo, tomar mucho líquido, comer naranjas y frutos que tengan
vitamina C.
Para la tos
dejar una cebolla con azúcar junto a la cama para inhalar lo volátil de la
cebolla, puede tomar el néctar que se forma con la interacción de la cebolla con el azúcar.
Para la tos: Tomar capsulas de aceite de tiburón, jarabe de totumo, jarabe de jengibre,
son benditos para liberar la flema que ahoga el trato respiratorio, bebida de orégano del grueso, bebida de canela.
Quemaduras de la piel: Clara de huevo.
Hongos: Remedio de farmacia, droga Vernovate.
Alergías: droga Caladril.
Anemia: cocer la ahuyama , licuarla con leche, endulzar al gusto, el hígado.
Cataratas: Zumo de ochuva, también cura la diabetes.
Abrir el apetito: Bocadillo, guayaba, banano.
Controlar la ansiedad para comer: El apio (contiene insulina).
Acidez estomacal: Leche helada, para la ulcera malva cosas frescas, nada picante, grasoso o líquidos oscuros, igual se procede con enfermedades del colón.
Flatulencia, gases: Anís estrellado.
Uñeros: Meter el dedo en agua caliente y luego sacarlo, parafina caliente.
Hemorragia menstrual: Melena, se arranca un puñito hacia arriba y se pone a hervir se toma la infusión, también infusión de las bolitas de la planta lluvia de perlas.
Cuando viene poca menstruación es que la persona está agotada.
Para planificar: La mujer se coloca un poquito antes de la relación, lo mínimo de piedralumbre en el genital, poquito porque eso quema.
Para mantener el hombre tranquilo: Un poquito, lo mínimo de alcanfor.
El limón lo apacigua.
Aumenta el deseo sexual un ponche de huevo batido con vino y azúcar.
Cáncer: La sábila licuada con ron y miel, la hoja santa, el tomate, el noni, la guanabana.
Eructos: Tomar agua con bicarbonato y limón.
Se debe comer limón, naranja, zanahoria, regeneran la vista.
Mantener en la casa una mata de ruda y sábila para conservar las buenas energías.
Blanquear los dientes: Masticar hojas de salvia, cepillar con un poco de bicarbonato.
Cabello brillante sin caspa; en agua un poquito de vinagre o limón, se deja en el cabello.
Blanquear la piel: Remojar arroz, de un día para otro, se licua con leche, se coloca en la nevera y cada que se va a aplicar se calienta.
Cabello brillante sin caspa; en agua un poquito de vinagre o limón, lo deja en el cabello.
Riñones: Caracucho,
carey, cola de caballo, diente de león, malva, llantén liso.
Diarrea. Hojas de
guayabo, linaza, guineo, tomar jugos de zanahoria, hidratarse todo el tiempo
con suero.
Dolor de cabeza
o migraña, pastillas Albi, se coloca en la frente un trapo con Vick Vaporu.
Dolor de muela,
se hacen buchecitos o enjuagues con clavos de olor.
Para las lombrices en niños, se machacan dos ajos y se les da con aguapanela y para desparasitarlos darles semillas de calabaza cocidas.
Hemorroides: Cocinar unas pocas hojas de borrachero y hacer asientos, es decir recibir en los genitales el vapor de esta infusión, ello las cura.
Para la sarna de los perros y humanos: Machacar dos hojas de borrachero, con el jugo de éstas se mezcla con manteca de cerdo, se aplica en el área afectada y ello alivia al enfermo.
Para evitar que
los animales se enfermen echarles limón en el agua.
Para prender
bifloras, colocarle una bolita de tierra en la raíz, apretarla bien y luego
sembrarla en arena, las rosas también prenden en arena.
Las orquídeas y begonias se siembran en boñiga.
A las begonias se
les colocan fósforos alrededor del matero y no se apestan, eso también ahuyentan
las hormigas en el jardín.
Para que el jardín
permanezca florecido hay que echarles florescencia.
Crecimos tomando
leche recién ordeñada, ello nos hizo resistentes, tomar suplementos
alimenticios multivitaminicos ayuda en la tercera edad a mantener la energía
para luchar frente a las enfermedades.
Comer mucho
pescado, ajo, limón , cebolla, pescado, ensaladas, agua, proteínas, frutas,
verduras, salir a caminar, hacer
ejercicios, orar, perdonar, hacer la caridad, estar cuidando animales, plantas,
estar en grupos de tercera edad, todo ello, aseguran
una vida sana y aumentan la longevidad.
Se debe tomar agua en ayunas.
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Doña Mariela aunque diabética, hipertensa, celebrando en el 2018 sus 82 años en su ciudad Señorial de Envigado, Antioquia, Colombia.
Aún hay tiempo para ver la televisión en
su televisor a color, aunque en los años sesenta se acostumbró a la pantalla
blanco y negro, de esos gigantes televisores
de marca Philips o Motorola.
Era la época del regalo de la guerra, en
que las grandes tecnologías invadían las
casas de electrodomésticos.
La posguerra fue prodiga, llenando las casas de hijos y promesas; como buena paisa, doña Mariela decía que cada
hijo traía la arepa bajo el brazo, y sin darse cuenta, el urbanismo y el
progreso bendijeron su Envigado del alma y la Medellín, donde era un placer, que iba más allá del ritual, salir a comprar para llenar de alegría su hogar.
Este 2017 la retará a seguir adelante, a pesar de asfixiarse, porque levantó su legendaria prole cocinando con leña y pasando las de San
Patricio.
En la tierrita que salvó su padre de la
hipoteca, tiene todos sus hijos
junticos, cada uno en su hogar, y por la puerta de adelante o la puerta de
atrás o la ventana de su alcoba lateral, a todos los contempla que estén muy bien sus
hogares.
Para que nunca les falte nada, al Cristo de Buga y a su María Auxiliadora, a toditos se los encomienda, rodeada de sus tiernos perros y gatitos, que la acompañan cuando recorre su solar, al
cual le faltan sus vaquitas, porque tuvo
que salir de ellas, es que ya no tenía, quien se las ayudara a cuidar.
Pero, si les voy a contar, que Doña Mariela, todavía come los huevitos de las gallinitas que con esmero les prodiga cuidado en su corral; aunque saca buen tiempo para cuidar el jardín que en sendas canastas con hermosos ramilletes cuelgan de las canastas del corredor principal.
Soñó con cabras saltando por las orilla de
la quebrada Ayurá que baña su tierrita, y una motico de esas grandecitas de cuatro
llantas, esperemos unos añitos, y la
veremos montadita en su cuatrimoto, recorriendo el barrio de Jesús de la Buena Esperanza, saludando sus vecinos, los cuales se profesan
respeto y cariño mutuo; es que ser
vecinos de esta Matrona Antioqueña, es
motivo de orgullo, por ser un Milagro Divino.
Doña Mariela cosecha ahorita mismo lo que con tesón ha cultivado metódicamente por largos años, sus nietos Laura, Jhon Alexander, Miguel Ángel, y Fernando, han recibido sus diplomas de excelencia por su trabajo y dedicación en el campo investigativo, académico y de proyección social, a más de estar rodeada de docentes que con gran sentido de pertenencia y altruismo educan en valores y en el campo del saber a este grandioso y cosmopolitano pueblo paisa.
Doña Mariela recuperándose de su última enfermedad porque ni el Coronavirus la va a matar, dice que un médico le dijo que se aplicara un poco de Vick Vaporub en los labios y junto a la nariz y se está cuidando de sus infecciones para continuar dándonos sus saberes ancestrales que salvan vidas, hoy 30 de diciembre de 2020, a unos escasos días de su cumpleaños 86.
Que bella y misteriosa es nuestra naturaleza y cuanto nos enseña para quienes la sabemos leer, contemplar, valorar y comprender.
Lentamente Doña Mariela se nos recupera en el 2020 de la infección pulmonar, la diabetes, la hipertensión, la depresión para recibir el 2021 llena de felicidad, pudiendo ayudar a los demás y dejando un testimonio de vida, solidaridad y superación a la humanidad.
https://noticias.caracoltv.com/medellin/por-estas-razones-un-profesor-en-envigado-es-uno-de-los-mejores-50-docentes-del-mundo
Viernes 10 de enero del 2020
Forjando
Maestros para educar las nuevas generaciones de la Ciudad Señorial
Para extender la longevidad se requiere el amor, cuidados y cariño de todos los miembros de la Familia, ella es el centro donde gravita la existencia humana, las mascotas se vuelven parte de la Familia y la resignifican.
Doña Mariela en su cumpleaños 86 en tiempos del Coronavirus
Doña Mariela
en su cumpleaños 85
y seguro que llegará
a su cumpleaños 86,
los dolores del
cuerpo
han desaparecido
y los del ama
pronto, con su
nuevo cumpleaños,
como guerrera de esta
vida, pronto se habrán ido.
Todos sus hijos,
sus nietos
y tataranietos,
sus hermanos
que aún no han
partido,
Ramón, Enrique,
serán la orquesta
que alimente
a su cuerpo cansado
para vivir hasta
que el campanario
repique el año 3000.
Silvia, su amada hija,
bajará de la Loma
repleta de salud y alegría,
retando el virus
para festejarle
con gritos de
alborozo
los 86, lo 96 y los
106,
porque Doña Mariela
tendrá la energía de
una grúa
para remolcar los
atasco de la vida,
para inundar su hogar
y sus hijos de alegría.
Pájaros,
palomas mensajeras,
treparán sus tejados
y en su jardín,
danzaran de alegría,
las mariposas
jugando con las
palomas,
recorriendo
el cielo envigadeño;
sus perros ladrarán
saltando de alborozo,
y de cerca y de
lejos,
su dulce Silvia estrechará
en sus brazos
el ser que le dio la
vida
para regresar a casa
al que
en la oscura
noche aquedó atascado
en la solitaria vía.
Un inmenso cielo
de estrellas cuajado
con luna llena,
a Doña Mariela,
a Doña María Dolores,
por sus hermosas
labores
en esta tierra,
por sus 15 retoños
todos vivos
en tiempos del Coronavirus,
por ser una gran
matrona antioqueña
su cielo le tiene asegurado.